
| Mentiras sobre Stalin: “Millones de muertos: De Hitler y Hearst a Conquest y Solzjenitsyn” -XVII- 
       22-02-2011 
 
	  
	   Ya 
	  en el preámbulo del final de los supuestos crímenes millonarios de Stalin, 
	  viene quedando en claro que esos millones de muertos, más que de Stalin 
	  son en realidad muertos de Hitler, de Hearst, de Conquest y de 
	  Zolzjenitsyn, como del imperialismo mundial capitalista. 
	  
	  El tipo de delito como el robo, el sabotaje y la corrupción es un delito 
	  en general grave, pero las actividades de la oposición a Stalin irían 
	  mucho, pero mucho más lejos aún. 
	  
	  La conspiración contrarrevolucionaria se preparaba para tomar el Poder con 
	  un Golpe de Estado en el que toda la dirección soviética sería eliminada, 
	  comenzando por el asesinato de las personas más importantes del Comité 
	  Central del Partido Comunista, como ilustra el caso del asesinato de 
	  Kirov. 
	  
	  La parte militar del Golpe de Estado sería realizada por un grupo de 
	  generales encabezados por el Mariscal Tukhachevsky. 
	  
	  Según Isaak Deutsher, el trotskista que escribió muchos libros contra 
	  Stalin y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el Golpe de Estado 
	  iba a ser iniciado con una operación militar contra el Kremlin y contra 
	  las tropas más importantes en las grandes ciudades como Moscú y 
	  Leningrado. La conspiración era dirigida por Tukhachevsky en conjunto con 
	  otros generales y Jefes de los Comisarios Políticos del Ejército; el 
	  general Iakir, Comandante de la Plaza de Leningrado y otros muchos 
	  generales más, incluso comandantes  de 
	  la Academia Militar de Moscú y general de la Caballería. 
	  
	  El Mariscal Tukhachevsky era un antiguo oficial del Ejército zarista que 
	  después de la revolución se había pasado al Ejército Rojo. 
	  
	  En el año 1930, cerca del 10% de los oficiales, o sea 4,500, eran antiguos 
	  oficiales del ejército zarista. Muchos de aquellos oficiales nunca habían 
	  dejado sus posiciones burguesas y esperaban en silencio una oportunidad 
	  para pelear por ellas. La oportunidad se presentó cuando la oposición se 
	  preparaba para dar el Golpe de Estado contra el régimen revolucionario. 
	  
	  Los bolcheviques eran fuertes, pero los conspiradores civiles y militares 
	  trataron de captar poderosos amigos. Según la confesión del mismo Bujarin 
	  en su juicio público en el año 1938, existía un acuerdo hecho entre la 
	  oposición trotskista y la Alemania nazi en la cual grandes regiones -entre 
	  ellas Ucrania- serían entregadas a Alemania nazi después del Golpe de 
	  Estado contrarrevolucionario en la Unión Soviética. 
	  
	  Este era el pago exigido por Alemania nazi por el apoyo prometido a los 
	  contrarrevolucionarios. Bujarin había sido informado de este acuerdo por 
	  Radek que sobre la cuestión había, a su vez, recibido una directiva 
	  específica y concreta de León Trotsky. 
	  
	  Todos esos conspiradores que habían sido elegidos para puestos altos para 
	  dirigir, administrar y defender la sociedad socialista, trataban en 
	  realidad de destruir el socialismo. 
	  
	  Es preciso esclarecer que todo esto pasó en el decenio de los años ‘30 
	  cuando el peligro nazi crecía sin parar y los ejércitos nazistas ponían a 
	  Europa en la hoguera y preparaban la invasión de la Unión de Repúblicas 
	  Socialistas Soviéticas. Los conspiradores fueron condenados a muerte como traidores en un juicio público. Los acusados de sabotaje, terrorismo, corrupción, intento de asesinato y los que querían entregar una parte del país, no podían esperar otro fin. Llamarlos víctimas es un error total. 
 Parte XVII 
 
 
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