ENTREVISTA -3-

Luis Montás sobre papel de la Iglesia Católica y los haitianófilos a favor de fusión de República Dominicana con Haití

Auge de la corriente en América Latina por la defensa de las riquezas nacionales y contra el saqueo de los monopolios imperio-capitalistas

ENTREVISTA -1-

ENTREVISTA -2-

 

La Voz del Pacoredo (LVP).- Estimados radioyentes y lectores de "¡Despertar!", tenemos con nosotros de nuevo al camarada Luis Montás, Presidente-Secretario General de nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) para continuar dando respuesta a las interrogantes que, sobre temas de actualidad, dejamos sobre el tapete hace unos días.

De inmediato con ustedes el camarada Luis Montás.

 

Luis Montás.- Bien, ante todo un saludo caluroso a la radioaudiencia y a los lectores de "¡Despertar!".

El asunto que inicié en los días anteriores es un asunto que envuelve problemas de mucha trascendencia, que resulta difícil dejar terminado en unas pocas palabras.

La cuestión de la presencia masiva de haitianos ilegales en el país está demostrando que el jus solis, por sí solo, desde el punto de vista del derecho puro, no es aplicable ni lo aplican en ninguna parte del mundo, ni nunca ha sido aplicado en esa forma abstracta, metafísica, con que lo enfocan nuestros haitianófilos, más bien agentes del imperialismo, no solamente norteamericano, sino de la Unión Europea, de Canadá y de la Iglesia Católica-Vaticano, que es un consorcio transnacional religioso imperialista sui generis, puesto que se trata de un imperialismo espiritual, oscurantista, en base a superchería y en base a brujería, que no tiene ningún asidero ni ningún vínculo con la realidad material, económico-social y cultural de los pueblos.

Por ejemplo, lo que se quiere plantear es que, conforme a la declaración de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, los haitianos que nacen aquí, ilegalmente, son dominicanos por el jus solis, pero, ¿qué resulta? Resulta que el asunto de la presencia masiva de haitianos e hijos de haitianos, que a todas luces llegan en forma ilegal, sin ningún documento, para alegar que tienen décadas residiendo en el país, o que han nacido en el país fruto de una situación de la que seríamos culpables los dominicanos porque no les dimos documentos, cuando en realidad es todo lo contrario.

Es que en Haití y los haitianos no tienen documentos que acrediten que son haitianos, o bien documentos de identidad, porque ni a las autoridades haitianas, que siempre han albergado el sentimiento expansionista hacia República Dominicana, ni a los haitianos que, viviendo en una condición prácticamente de hordas salvajes, jamás les ha interesado diligenciarse documentación que los acredite con tal o cual nacionalidad, en este caso con la nacionalidad haitiana, para a la vez, recurrir al pase furtivo, esto es, ilegal, de la frontera, y una vez aquí, si son jóvenes dicen que nacieron aquí y que no se les dio documentos y si son adultos, que fueron traídos para explotarlos como esclavos y luego no les dieron ninguna documentación y ahora no pueden regresar a Haití.

Es decir, que se trata, a los ojos de cualquiera, de una trama, de una conspiración fríamente calculada para la destrucción, la desarticulación del Estado dominicano, usando como instrumento a Haití y a los haitianos.

No es que hay prejuicio respecto a Haití y respecto a los haitianos, es que la práctica ha demostrado que, a través de la historia, los haitianos se prestan para todo tipo de infamia contra la República Dominicana, e incluso contra toda demanda democrática, progresista, de carácter económico, social, político o cultural, que sustente el pueblo dominicano, porque si hay una realidad que hay que reconocer es que el pueblo dominicano fue víctima de la dictadura más sangrienta y terrible de América Latina y nunca dejó de luchar contra esa dictadura de Trujillo, hasta el punto que se puede decir que la dictadura de los Duvalier y de los otros dictadores haitianos fueron secuela de la dictadura de Trujillo y de los continuadores de Trujillo.

Pero si bien los haitianos, en un tiempo determinado de la época colonial, lucharon por su independencia y se vieron forzados a luchar hasta por la libertad y la democracia, no hay que engañarse ni dejar de reconocer que el pueblo haitiano, a través de la historia, ha sido envilecido y ha sido reducido a una condición salvaje en donde no le importan las cuestiones progresistas democráticas ni institucionales, sino, simple y llanamente, la satisfacción de sus instintos más animales e inmediatos, y de ahí que nadie pueda negar que, en la lucha, por ejemplo, contra el tirano alimaña Joaquín Balaguer, los haitianos jugaban un papel decisivo a favor de los fraudes que llevaba a cabo Joaquín Balaguer.

Asimismo, en estos momentos cruciales, en que el pueblo dominicano y la nación dominicana son víctimas de los efectos devastadores del neoliberalismo, de la globalización, los haitianos están jugando el papel de ponerse de parte de los explotadores, de los opresores y de los enemigos internacionales de la nación y del pueblo dominicano.

Es la historia, son los hechos los que están hablando.

De esa manera, debemos recordar que éste no es un caso único en la historia universal. Se puede buscar la historia por ejemplo, de la revolución democrática en Europa, en el siglo XIX, y se va a encontrar en un momento determinado con que Carlos Marx se opuso radicalmente a las reivindicaciones nacionales de los polacos, por considerar que la nación polaca y el pueblo polaco estaban desempeñando un papel reaccionario en ese momento, a favor de las fuerzas feudales y medievales, en contra de las fuerzas de la modernización y de la democracia.

 

LVP.- Camarada ¿cómo usted enfoca la vinculación entre esto que nos está planteando que se da en nuestro país, a la luz incluso de las experiencias internacionales, y los triunfos de los gobiernos nacionalista en América del Sur?

 

LM.- Exactamente eso es lo que estoy planteando. Exactamente hacia allí es que me dirijo. Muy atinada su pregunta.

Y debo aclarar que no se trata de gobiernos y de regímenes simple y llanamente nacionalistas, sino de regímenes nacionalistas populares.

Se recordará que en el período electoral recién pasado a la Presidencia del país, nosotros refutamos airadamente las argumentaciones de Leonel Fernández y de sus vocingleros repetidores, como Ditrén y compañía, que lanzaron una ofensiva contra el llamado populismo, o neo-populismo, basado en las teorías de un neoliberal, agente del imperialismo, socialdemócrata, Rodrigo Borgia del Ecuador.

Ahí están los escritos en "¡Despertar!" y allí están los comentarios en este programa, como también están los escritos de los seguidores de Leonel y del PLD, de los pelegatos en los periódicos de la prensa amarilla, acusando a todo intento de reivindicación social y nacional de neo-populismo, lo que indicaba de antemano hacia donde se dirigía Leonel y lo que es en realidad Leonel, y lo que Leonel Fernández nunca dejará de ser, un agente del imperialismo y de los peores intereses de los consorcios monopolistas internacionales y del capital financiero internacional, que se basa en el saqueo, en la expoliación y en la explotación y opresión de los pueblos.

El caso de América del Sur está indicando que no hay nación en vías de desarrollo que pueda convivir con el neoliberalismo ni con la globalización que preconiza el neoliberalismo.

Hay que hablar bien claro, no se puede convivir con la globalización que preconiza el neoliberalismo porque eso es imperialismo.

Se podría hablar de otra globalización, que serían los planes conjuntos a nivel internacional para las naciones y países compartir intercambios económicos, comerciales, sociales, culturales y de toda índole. Pero eso sería dentro del marco de la ayuda mutua, de una coexistencia pacífica y de un beneficio económico mutuo, incluso beneficio capitalista.

Pero el caso es que la globalización neoliberal se ha encontrado, por ejemplo, con la contundente oposición del régimen nacionalista popular de Chávez, que no es, bajo ningún concepto, socialista, aunque él le llame dizque socialismo del siglo XXI. Eso es un decir de Chávez, que dice muchas cosas. Pero lo que es real es que Chávez, con su plataforma nacionalista popular, ha hecho que los recursos nacionales venezolanos sean devueltos, en la proporción que le corresponde, al pueblo venezolano. Por eso hablamos de un régimen nacionalista popular.

El caso de Kirschner, que no es igual al de Chávez, porque Kirschner es realmente un neoliberal que está forzado por las circunstancias.

O el caso de Lula, que es otro neoliberal forzado por las circunstancias.

Que no es el caso de un Evo Morales, que tiene realmente en sus hombros la reivindicación de la etnia indígena de Bolivia; que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de reivindicar las riquezas nacionales bolivianas para devolverle lo que le corresponde al pueblo de Bolivia.

Pero lo cierto es que se ve que también en Perú ya se habla de un ex-general que reivindica la posición nacionalista popular y que, ahora mismo, está cabeza con cabeza con la principal contendiente con la que se pretendía continuar el régimen neoliberal, una vez concluya el fracaso Toledo.

¿Qué indica esto?

Indica que realmente las naciones y los pueblos de América Latina están a favor de que continúe el proceso de su autodeterminación y de su reivindicación de usufructo de los pueblos de sus riquezas, haciéndoseles llegar a estos pueblos servicios sociales en educación, en servicio médico, en servicio hospitalario, en vivienda y así sucesivamente.

 

LVP.- Dentro de ese contexto entonces, ¿cómo usted ubica aquellos que plantean penalizar a la República Dominicana a través de cortes internacionales por no darle la nacionalidad a los haitianos?

 

Luis Montás.- El asunto es bien claro.

Resulta que a nombre de los derechos humanos e incluso a nombre de la revolución y hasta del socialismo, en la República Dominicana se han configurado muchos agentes. Agentes del imperialismo y de los peores intereses, como es un fulano llamado ahí Virgilio Almánzar.

O bien un Rojas Nina, que fue calié cuando Trujillo y que fue también fiscal persecutor y criminal cuando la dictadura de los 12 años del continuador de Trujillo, que fue Joaquín Balaguer.

¿Quién es Virgilio Almánzar? Virgilio Almánzar es un agente secreto de los servicios de inteligencia de este país, hijo de un capitán de la Policía de los más represivos, de los Contra-motines, que fue muerto, y quizá sea lo más positivo que hizo el grupo de Los Palmeros cuando a éstos los asesinaron en el Km. 12 de la carretera Las Américas.

Y este Virgilio Almánzar, que es un agente de la Iglesia, y que compartía militancia social-pistola con Lilian Oviedo, que es una periodista que escribe con un contenido anti-neoliberal, que escribe con un criterio progresista, y que no podemos igualarla de un todo con Virgilio Almánzar, aún cuando comparte con un personaje tan siniestro y oscuro como es el tal Koldo, que es un terrorista etarra, vasco, y que está protegido y amparado en la letrina “El Nacional” por el Opus Dei, ya que “El Nacional” es del Opus Dei, a través de Pepín Corripio.

Pues decimos que Virgilio Almánzar realmente es un agente.

Virgilio Almánzar, es bueno que se sepa, y nosotros decimos responsablemente, era de los que organizaban los actos terroristas en la Universidad, a través de Torombolo, que se comprobó que era un agente de la Policía, de su Servicio Secreto, así como de otros, que los empujaba a realizar asaltos y asesinatos de miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional con fines de provocación, porque el único objetivo que persigue este sujeto despreciable es hacerle daño al proceso democrático popular dominicano y ponerlo como una fuerza al servicio de la haitianización de la República Dominicana, echándole más lodo aún así al movimiento revolucionario popular y socialista de la República Dominicana.

Lo que encierra la amenaza de este Virgilio Almánzar es la demostración de que la cuestión haitiana quiere ser ventilada como un asunto que lo deciden los países de América Latina manejados por las disposiciones de la globalización neoliberal imperialista, cuando el asunto haitiano, en República Dominicana, es un asunto que solamente puede ser abordado y resuelto a la luz y partiendo de la Constitución dominicana y de las leyes dominicanas.

Porque se trata de que es una presencia masiva de haitianos reclamando que se les entregue el territorio dominicano como parte de la nación haitiana, porque los haitianos aquí, aunque hayan nacido aquí, siguen siendo haitianos, y no es porque sean hijos de padres ilegales, sino porque su idiosincrasia sigue siendo haitiana, su forma espiritual sigue siendo haitiana, su manera de ver los asuntos y su manera de apoyar a los verdugos y su nivel de vida, su nivel de comportamiento, sigue siendo haitiano, porque es que el ser haitiano es ser exponente de la haitianidad, como ser dominicano es ser exponente de la dominicanidad.

Es que hay una cuestión bien clara. La definición que da José Stalin de lo que es nación es irrefutable, es una comunidad territorial, económica y de idioma, que se expresa en una cultura nacional.

Los haitianos, por tanto, tienen su nación, tienen su idioma, tienen su territorio, tienen sus relaciones económico-sociales y tienen también su cultura nacional haitiana, la cual tratan de imponer a la República Dominicana.

 

LVP.- ¿Cuál es su opinión respecto a la postura asumida por el Secretario de las Fuerzas Armadas, Sigfrido Pared Pérez, respecto al asunto domínico-haitiano?

 

Luis Montás.- Es fácil apreciar que el problema domínico-haitiano y la defensa de la nación dominicana frente a la amenaza de la haitianización de su vida nacional y la presencia masiva de haitianos ilegales y legales, sobre todo los ilegales y sus descendencias, no es ni remotamente un problema actualmente de carácter de confrontación militar entre la nación dominicana y la nación haitiana en el plano extra-territorial, o sea, en el plano fuera de la nación dominicana, sino que es un problema interno de la nación dominicana, que pone en riesgo de perecer las posibilidades de ejercicio de su auto-determinación libre y soberana, por vía de la presencia masiva de elementos extraños a la dominicanidad. De ahí que entren a colación las perogrulladas y disparates obsoletos e interesados, así como perversos, del Secretario actual de las Fuerzas Armadas, contralmirante Sigfrido Pared Pérez, quien no se quita de la boca el sonsonete, como una cotorra amaestrada de la otra banda, de que las reivindicaciones y exigencias de que las Fuerzas Armadas asuman una posición activa y militante a favor de la defensa de la dominicanidad y en contra de la presencia masiva de haitianos, sobre todo ilegales, pertenecientes a todas las edades y a todas las condiciones sociales, él responde con que eso es un asunto obsoleto, que refleja un pasado y que está mandado a guardar por la historia.

Nosotros desafiamos así a este sujeto, que es un representante de las fuerzas más entreguistas y lacayas que aún perviven en el seno de nuestras Fuerzas Armadas como tumores cancerosos que arriesgan la institucionalidad y la vida democrática nacional al entregarse a poderes extranjeros, a que se atreva a asumir una discusión pública abierta. Si lo quiere hacer a través de un debate directo, nosotros no tenemos ningún obstáculo, pero sabemos que Sigfrido Pared Pérez, igual que el conjunto de militares entregados al neoliberalismo y particularmente a este nefasto gobierno de ese representante de la agencia imperialista llamada Diálogo Interamericano, que es Leonel Antonio Fernández Reyna, de cuya nacionalidad dominicana dudamos, porque entendemos y sospechamos con mucho fundamento que es nacionalizado norteamericano y que con él se da el mismo caso que se dio con el destituido presidente boliviano Rodrigo Sánchez de Lozada, que ni siquiera hablaba el español y que era, de hecho, un ciudadano norteamericano y agente del capital financiero norteamericano.

Y aquí nosotros dudamos hasta de la nacionalidad dominicana de Leonel Fernández, que aunque nacido aquí, hijo de padre dominicano, de un ex-miembro de las Fuerzas Armadas que tuvo que salir huyendo, puesto que su padre fue copartícipe de las torturas en las cárceles secretas del Km. 9 ½, siendo chofer del esposo de Angelita Trujillo, León Estévez, y que éste es en realidad, me refiero a Leonel Fernández, un ciudadano norteamericano infiltrado como Presidente de la República Dominicana, con la anuencia y la complicidad de los partidos del sistema. Nosotros entendemos que no es casual que este señor haya colocado a Morales Troncoso, que es ciudadano puertorriqueño y por tanto norteamericano, como su Secretario de Estado de Relaciones Exteriores.

El asunto es, simple y llanamente, que al Sigfrido Pared Pérez plantear el asunto domínico-haitiano como que se reclama una guerra de República Dominicana contra Haití, dando a entender la posibilidad de que se busca una invasión a Haití, lo cual en la cabeza de nadie cabe, bajo ningún concepto, no es más que la confirmación de que este señor no quiere reconocer ni quiere aceptar que la cuestión de la presencia masiva haitiana es un problema de riesgo de la existencia de la nación dominicana en el mismo seno del territorio dominicano y que lo que hay, por ejemplo, en Los Llanos, es la conformación de una nación haitiana dentro del territorio dominicano, y que para consumar esos planes, la Iglesia Católica ha ultimado los detalles para traer de Centroamérica tres sacerdotes de la misma calaña que Hartley Santorio, expertos en asuntos indígenas, para abordar el asunto de los haitianos como si fuesen indígenas dentro de la nación dominicana.

Llamamos al pueblo dominicano a mantenerse alerta ante la inconsecuencia y la traición que lleva a cabo el Secretario de las Fuerzas Armadas, distorsionando la magnitud del conflicto, así como también ocultando la realidad y protegiendo la presencia de tropas españolas, tropas militares, que hacen de guarda-espaldas de Hartley Sartorio en Los Llanos, hablando mentiras, con tal de darle curso a su espíritu de lacayo anti-nacional y anti-dominicano.

Por esa razón nosotros llamamos la atención a todos los militares patriotas, a todos los militares que en realidad sienten la nacionalidad dominicana, a que se mantengan vigilantes ante la doblez, la genuflexión y la traición del actual Secretario de las Fuerzas Armadas al distorsionar los términos de la contradicción actual entre el pueblo dominicano y la presencia masiva de haitianos aquí en República Dominicana.

Nosotros no estamos hablando ni nadie ha planteado, ni siquiera el general Elías Wessin y Wessin sostuvo la idea de invasión a Haití. Es un invento, es una distorsión propia de jesuitas, propia de la Iglesia Católica y su Vicario Castrense, par deformar la naturaleza del conflicto que realmente se verifica en el seno del territorio dominicano y como tal debe ser resuelto en el seno del territorio dominicano, mediante la aplicación irrestricta de las leyes, puesto que se trata de una acción por parte de los haitianos que pone en riesgo de existencia hasta el derecho de la nación dominicana. Y nadie, ni un partido político, ninguna institución y mucho menos una nación puede gastarse la incalificable postura de aceptar que se ponga en tela de juicio su derecho a la existencia, tal y cual está ocurriendo ahora mismo en República Dominicana con la presencia masiva de haitianos, tanto legales como ilegales.

 

LVP.- Estimados radioyentes, por hoy es todo lo que podemos ofrecerles, les prometemos volver de nuevo con nuestro Presidente-Secretario General Luis Montás.

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