ENTREVISTA -2-

Luis Montás sobre la sentencia histórica de la Suprema Corte de Justicia que niega otorgarle la nacionalidad dominicana a los extranjeros ilegales e hijos de éstos

Los perversos planes de los Eduardo Jorge Prats, Francisco Domínguez Brito y Sigfrido Pared Pérez

ENTREVISTA -1-

ENTREVISTA -3-

 

La Voz del PACOREDO (LVP).- Tenemos de nuevo con nosotros a nuestro dirigente y camarada Presidente y Secretario General de nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), que nos acompaña para decirnos de viva voz a todos los amigos radioyentes de este programa, a los lectores de "¡Despertar!", respecto a temas de actualidad, de vital importancia para el destino de la nación dominicana.

Quisiéramos hoy enfocar el nivel a qué está el debate de la cuestión domínico-haitiana después de la sentencia histórica dictada por la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana estableciendo que a los hijos de los extranjeros ilegales en República Dominicana no les corresponde la nacionalidad dominicana.

Es un asunto que no es suficiente decir que se está de acuerdo con él y que es consecuente con la dominicanidad, sino que tiene muchos aspectos relacionados.

Queremos saber su opinión con respecto a esto.

 

Luis Montás.- Este asunto no se detiene en el punto en que la Suprema Corte de Justicia adopta una decisión que debió adoptar hace años atrás, muchos años atrás, sino que hay que entender que la sentencia histórica dictada por la Suprema Corte, incluso en contra de la voluntad de muchos de sus miembros, y particularmente contrariando la posición vertida en meses pasados por el mismo Presidente de la Suprema Corte, Jorge Subero Isa, donde decía que el concepto de nación era obsoleto y que había que adecuarlo a los nuevos tiempos, que no son otros que los tiempos de la barrida recolonizadora del imperialismo norteamericano, de la Unión Europea, Canadá y de la Iglesia Católica, puesto que con esta decisión se está echando a un lado esa visión corrompida, de un contenido de fidelidad perruna ante los monopolios imperio-capitalistas y sus países correspondientes.

La cuestión es que, como se ha podido constatar, la Suprema Corte de Justicia adopta esta decisión, puesto que se encontraba acorralada ante la erupción de la dominicanidad que ha salido de la pasividad en los últimos tiempos y que ha decidido romper con el espíritu claudicante de los partidos del sistema y de la Iglesia Católica, que se han comprometido a capitular ante las presiones de los haitianos y de Haití, por vía de las relaciones con los países imperio-capitalistas: EE.UU., Unión Europea y Canadá y que la comunidad nacional dominicana ha decidido plantear claramente que no está dispuesta a la disolución de su país.

Es claro que se trata de una conspiración internacional, que ha sido abortada, una vez que la Suprema Corte de Justicia ha tenido, aún independientemente de su voluntad, sino contrariamente a su voluntad, que adoptar la única decisión coherente y concordante con la nacionalidad dominicana, con la nación dominicana, que es, no darle la nacionalidad ni acta de nacimiento a los hijos de ilegales residentes en el país, principalmente al millón de haitianos que se encuentra en esta condición.

Es importante significar que cuando el general Elías Wessin y Wessin dice que la cuestión domínico-haitiana es un pleito casa’o, en realidad el ex-general Wessin y Wessin refleja una realidad apreciada de manera unilateral, pero es un realidad, muy contrariamente a la posición que externa el cuestionable Secretario de las FF.AA., Sigfrido Pared Pérez, que prácticamente puede considerarse que actúa, no como el Secretario de las FF.AA., que son los organismos encargados de defender la integridad territorial dominicana, sino habla como una cotorra amaestrada de la otra banda, y repite, cada vez que se le toca el problema domínico-haitiano y la delicadeza del mismo y se le reclama una actitud enérgica, consecuente con la dominicanidad, que le ponga coto a la presencia masiva de haitianos, repite un sonsonete, como un siquitrillado, o sea, como una cotorra amaestrada de la otra banda, que esos son puntos de vista obsoletos, que han sido descartados ya.

De la misma manera, este señor calla que lo que es obsoleto y que está mandado a guardar al zafacón de la historia es el Vicariato Castrense, que rige las instituciones de las que él es Secretario, que es el Vicariato Castrense que hace que las FF.AA. sean un apéndice de la Iglesia Católica, y por tanto, un apéndice de lo peor que puede haber en este país, porque el imperialismo norteamericano y los países imperialistas como tales, saquean, explotan, matan, pero dejan por lo menos un desarrollo tecnológico, un nuevo orden económico, injusto, pero un nuevo orden económico, pero la Iglesia Católica solamente se lleva y envilece. Envilece, embrutece y vuelve prácticamente dependiente de esa droga a la población dominicana, inutilizándola.

Y como tal, es la responsable en gran medida de todos los actos infames, que no se pueden ni siquiera mencionar, en los que han estado involucradas las FF.AA. dominicanas.

La actitud de Sigfrido Pared Pérez respecto a considerar obsoleto el tema tocado por Elías Wessin y Wessin muestra la irresponsabilidad de una cotorra amaestrada de la otra banda.

Este señor reafirma su condición de cotorra amaestrada  cuando solamente habla para justificar todo lo que significa infamia y agresión contra la República Dominicana, como se comprueba en el hecho de que el cura Christopher Hartley está creando una nación haitiana dentro de la República Dominicana en Los Llanos, que tiene a su servicio un cuerpo armado del ejército español, que actúa ilegal e inconstitucionalmente, violando la soberanía nacional dominicana, y este incompetente y actuando de manera que solamente podría hacer una persona sin responsabilidad y sin la virilidad que reclama de los dominicanos el himno patrio, sale diciendo que se trata de un simulacro de españoles que quieren manifestar su solidaridad con Hartley.

Sencillamente este señor, Sigfrido Pared Pérez, está deshonrando las FF.AA. dominicanas y está estimulando la agresión de la haitianidad y de los haitianos en contra de la nación dominicana.

Realmente Sigfrido Pared Pérez actúa, como Secretario de las FF.AA., más bien como un parcho mal pegado en esas instituciones.

Lo mismo corresponde al señorito, o señor, Primer Mandatario de este país, Leonel Fernández Reyna, quien, nosotros insistimos que está comprometido de pies a cabeza con la fusión con Haití y con la disolución de la República Dominicana y que él es responsable directo de la trama aquélla del Estado fallido, que fue montada por el Comité Interamericano del cual él y la Villeya son los únicos miembros dominicanos.

Una trama, un complot para imponer la fusión a raíz de la conferencia de Caricom en el país, pero visto el grado de efervescencia de la dominicanidad, Leonel Fernández se acobardó y salió diciendo que no estaba de acuerdo con la denuncia hecha en EE.UU. de que República Dominicana era un Estado fallido.

Recuérdese que eso coincidió con el anuncio del establecimiento, por parte de EE.UU. de una base de entrenamiento militar en Las Calderas, en Baní.

Y recuérdese que eso coincidió con aquella comisión de EE.UU. que se asignó, junto a españoles, europeos y demás, el papel violatorio de nuestra nación de inspeccionar la frontera dominicana.

Leonel Fernández sabía en lo que estaba y sabe que se trata de una trama, y por eso concurrió a Haití, desesperadamente, a ver si aplacaba la posición de los títeres haitianos que reclaman que prácticamente se proclame la fusión de República Dominicana con Haití, y por esa razón han estando aplazando la realización de elecciones en Haití.

Todo esto indica que el problema domínico-haitiano no acaba de resolverse con la sentencia adoptada por la Suprema Corte de Justicia, que la dominicanidad y los que nos identificamos con ésta hemos ganado una importante batalla, pero la guerra está pendiente y está por echarse. No nos referimos a la guerra que anuncia Wessin y Wessin, nos referimos a la guerra política, nos referimos a la campaña de educación del pueblo dominicano de que debe defender su República, de que debe exigir que los haitianos estén en Haití, que deben exigir que en las empresas, sea cuales fueren éstas, aún sean empresas particulares de extranjeros radicados en la República Dominicana, se aplique la ley de que el 80% cuando menos debe ser mano de obra dominicana; ley que han estado violando todos y cada uno de esos empresarios.

De manera que el asunto se enrumba hacia una profundización.

Nuestra posición es que hay que cerrarle el paso cuanto antes a la nueva ofensiva de la fusión de República Dominicana con Haití, que tiene como meta crear una campaña internacional mediante la cual se aplaste la decisión, la sentencia histórica, que ha emanado de la Suprema Corte de Justicia.

Otro paso es la propuesta de la amnistía general con respecto a los ilegales haitianos y a sus descendientes, que la ha proclamado un agente de la Iglesia Católica y del Opus Dei, un señor que actúa como mercenario jurídico de los monopolios españoles en el área de la electricidad, que ocupa el puesto de Procurador General de la República, como lo es Francisco Domínguez Brito. Este señor, cumpliendo órdenes de la Iglesia, de la Embajada norteamericana y de la Unión Europea, de la cual es un agente convicto y confeso por vía del Opus Dei, a la que pertenecen tanto él como su otro hermano, que era de los principales colaboradores del muerto director del periódico “Camino”, muerto por alcoholismo, de cirrosis hepática. Este señor ha proclamado la amnistía para los haitianos y los hijos de los haitianos, o sea que se les dé, por vía de decreto, por vía ilegal, la nacionalidad dominicana y lo cual sería peor que el hecho de que la Suprema Corte hubiese decidido darle el acta de nacimiento a los hijos de ilegales y a los ilegales en este país.

Esa es una trama.

Otro aspecto de la trama es la que representa el tal Eduardo Jorge Prats, que tiene mucha importancia porque demuestra que el llamado Hatuey Decamps, Anacaona Decamps, es un agente del imperialismo y es un agente de la haitianidad y de la haitianización y por eso es que tanto enarbola a ese lumpen desclasado anti-nacional que fue José Francisco Peña Gómez.

Eduardo Jorge Prats ha dicho que va a llevar el caso a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, porque la decisión de la Suprema Corte vulnera los postulados de esta Corte, y por tanto, concurrirá a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos para hacer que ésta le imponga su criterio colonialista a la República Dominicana.

Esto demuestra que este señor, que es el candidato de la entelequia politiquera del imperialismo y de los Bloudhorn, por el Distrito Nacional, demuestra que la institución ésta de Hatuey Decamps es una institución que amerita todo el repudio de los dominicanos, que amerita precisamente el desenmascaramiento y una lucha implacable, puesto que este señor reivindica los aspectos más podridos de la gran pudrición que representaba José Francisco Peña Gómez en este país.

 

LVP.- Camarada Luis Montás, esta lucha política, de defensa de la dominicanidad por un lado, y a favor de la fusión con Haití por otro lado, ¿cómo se va a reflejar en la campaña y las próximas elecciones municipales y congresionales de mayo del próximo año?

 

Luis Montás.- Bueno, es evidente que el problema domínico-haitiano, como hemos dicho, no concluye sino que más bien empieza en un nuevo nivel con la sentencia histórica emanada de la Suprema Corte de Justicia, rechazando la propuesta del mismo grupo que favoreció que se decretara inconstitucional una parte de la Ley de Carrera Judicial.

Es el mismo grupo que ahora presentó la demanda de que se le diera la nacionalidad dominicana a los haitianos ilegales y a los hijos de éstos. Es un conjunto de organizaciones, encabezadas por los jesuitas, en este caso, en el caso de los emigrantes, encabezado por el jesuita Chepe Núñez, que está bajo la dirección directa del obispo Tomás Abreu de Mao-Montecristi, o sea, de la región Noroeste del país.

La cuestión está en que ahora mismo están por delante las elecciones de mayo del 2006; elecciones congresionales, a senadores, a diputados y a munícipes, síndicos, regidores y demás.

Es evidente que la dominicanidad tiene que cerrar filas alrededor de los candidatos que, dentro de su partido, se comprometan con la defensa de la dominicanidad y por velar que se cumpla la sentencia de la Suprema Corte de Justicia. Ya se han levantado muchas ronchas, porque se sabe que no son pocos los ilegales haitianos que concurren a votar en las elecciones dominicanas con documentos apócrifos, es decir, documentos ilegales, y por tanto, falsificados, y todo el mundo sabe que esta decisión de la Suprema Corte de Justicia implica que se tengan como no válidos los documentos en manos de haitianos que hayan sido sacados y les hayan sido entregados a haitianos ilegales de manera irregular a la luz de las leyes vigentes.

En esa labor sabemos que ha trabajado furiosamente la Iglesia Católica. Que Hartley, por ejemplo, ha estado entregando, con grupos de ONG’s, actas de nacimiento como dominicanos a haitianos ilegales residentes en el país.

Y que se ha puesto en claro también que los alegatos del ex juez civil Luis Felipe Rodríguez, no eran más que parte de la trama para disolver la República Dominicana, a través de disolver las Oficialías del Estado Civil, que son las instituciones de la nacionalidad dominicana.

De manera que, en las próximas elecciones, la cuestión domínico-haitiana y la sentencia de la Suprema Corte de Justicia, el nuevo renacer, despertar, de la nacionalidad dominicana, de la dominicanidad, en contra de la imposición de la haitianización, ha de jugar un papel determinante, y es lo que yo quiero señalar, que así como reclamo que la población se mantenga alerta frente a esa cotorra amaestrada que es Sigfrido Pared Pérez, que es un agente del imperialismo, que es un agente de la fusión, que es un agente que propicia la penetración de ilegales haitianos por todos los medios, que así como denunciamos al Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, como un agente de esa fusión y de la disolución de la República Dominicana, porque es un agente de la Iglesia, del Opus Dei y de los monopolios de la Unión Europea y de EE.UU., así nosotros también demandamos que la población no se haga la indiferente, porque la indiferencia va a conllevar que tengamos que llorar con lágrimas de sangre lo que no hallamos defendido con energía y con dignidad ciudadana.

En este caso, reafirmo la demanda y la exhortación a los dominicanos de que al próximo evento electoral, ante todo se le dé un carácter de defensa de la dominicanidad, en contra de la haitianización.

Todo pinta que será una votación masiva contra el gobierno de Leonel Fernández y sus candidatos, puesto que se ha evidenciado como un gobierno cobarde, capitulador y claudicante frente a los haitianos.

El gobierno es que está montando la campaña propagandística que habla de agresión de los dominicanos a los haitianos, que están desplegando una campaña de provocación en todos los sitios, como es el caso comprobado del nuevo cónsul haitiano en Barahona, Harry Joseph, quien anunció en su toma de posesión, delante de la misma Gobernadora, y el jefe militar y policial de la Provincia, que iba a dotar de documentos de residentes en República Dominicana a todos los haitianos nacidos aquí, hijos de haitianos ilegales y todavía esa campaña no ha sido enfrentada por las autoridades.

Leonel Fernández es cómplice, y su visita a Haití hay que verla como un gesto de cobardía, de capitulación y genuflexión, a la que está acostumbrado este señor, y que ha motivado que se le califique como un frente pelada, de tanto arrodillarse y tanto dar con la frente en el suelo, y que ahora lo ha llevado al extremo de ponerla en práctica frente a Haití.

Por esa razón todo parece anunciar que la próxima contienda electoral va a ser un voto a favor de la dominicanidad y en contra de la haitianización y entendemos que los dominicanos, si tienen un motivo para concurrir a esas elecciones, puesto que ningún partido se merece el voto de los dominicanos, es siempre y cuando aparezcan candidatos en estos partidos que se comprometan a defender la nación dominicana y a luchar contra la disolución de la República Dominicana, de la nación dominicana, y que se comprometan a luchar por la destitución de todos los funcionarios, electos o no electos, aún sea el Presidente de la República, que pretendan claudicar, o que den muestras de claudicación y capitulación ante la defensa de la República Dominicana, que debe sobrevivir como  país libre e independiente.

Es lo que entiendo que está de por medio, una vez que se ha adoptado, por parte de la Suprema Corte, la sentencia histórica a que hacemos referencia, de que no son dominicanos ni deben recibir el acta de nacimiento de dominicano los hijos de extranjeros ilegales en el país, que significa que no son dominicanos ni deben recibir el acta de nacimiento que acredita la nacionalidad dominicana el casi millón de haitianos que hay residentes ilegales aquí, en República Dominicana.

 

LVP.- De nuevo el tiempo nos limita con esta interesante entrevista.

Esperamos la próxima participación de nuestro Secretario General, Luis Montás, para seguir esclareciendo los diversos tópicos de este debate sobre la dominicanidad, que hoy alcanza un nuevo peldaño.

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