ES PURO CINISMO DE PERROS BUSCAR DIFERENCIAS DE ESTILO ENTRE EL DEGENERADO LEONEL ANTONIO REYNA Y EL GANSTER DAÑINO MEDINA CUANDO SU CONTENIDO ES IDENTICO EN SU NATURALEZA CORRUPTA Y DE LACAYOS SIRVIENTES DEL REGIMEN OLIGARQUIA Y DEL IMPERIALISMO

Es la espuria labor que desarrollan mercenarios del tipo Rosario Espinal y la Carmen Imbert Brugal como sirvientes de la Iglesia Católica y de los jesuitas lo se evidencia en el secretismo en que orquestan las llamadas visitas sorpresa del marrullero presidentucho Dañino Medina

26-08-2014

 

La concepción rastrera que, con todo cinismo, esto es, con la misma indiferencia, e indolencia amoral, de los especimenes cuadrúpedos llamados perros; de ahí que, como hemos reiterado, cínico y perro es una y la misma cosa, tanto en género masculino como femenino; puesto que, así como hay cínicos, también hay cínicas.

Cabe recordar que el célebre filósofo Diógenes, que vivía desnudo y en un tonel vacío, es el fundador de la escuela filosófica griega de los cínicos, y a Diógenes, que combinaba sarcasmos, ironía y cinismo, se le llamaba Diógenes El Perro.

Se dice de Diógenes, que era característico encontrarlo en sus condiciones habituales de desnudez, portando una linterna hasta a plena luz del día más soleado; y alegaba, como justificación, que andaba en búsqueda del hombre perfecto, para así enfatizar que guardaba suspicacia al respecto.

De él se relata, en ejemplo de su desprecio por las riquezas, el lujo y el Poder, que Alejandro Magno, tras liberarse de todos los obstáculos y alcanzar la jefatura del mundo griego; habiendo oído lo que su preceptor Aristóteles decía a favor de Diógenes, quiso congraciarse con éste; y, un día se acercó al tonel donde habitaba Diógenes, y le dijo que como era eso, de que una figura de su estatura de genio viva en esas condiciones y formas; que él era Alejandro Magno, y quería saber en qué podía contribuir a su bienestar y con qué podía ayudarlo. A lo que Diógenes, siguiendo acostado y en tono indiferente dijo, pues yo soy Diógenes El Perro, y lo que te pido y deseo es que dejes de obstruir los rayos del sol que estoy disfrutando.

Por ello, no deja de ser una ofensa a la memoria de Diógenes El Perro, el cínico, puesto que su estatura moral era sublime, como su condición de libre de las miserias humanas, que anidan la ambición de riquezas y bienes materiales, que conllevan a sus portadores a convertirse en miserables mercenarios y repugnantes genuflexos; que hacen de abogados de los peores gángsteres, asesinos y miserables lacayos traidores a su Patria y a sus ciudadanos y quedan como sus apologistas. Y, a estos energúmenos hoy día se les dice cínicos y cínicas; con lo que se les está diciendo perros o perras. No obstante, es harto evidente que, tenerse como cínicos y cínicas, no por ello alcanzan, ni en sueños, la estatura ética y moral de Diógenes El Perro. Y, por todo ello, cuando a un sujeto, por su falta total de moral, escrúpulos o pudor, se le dice perro, se le está considerando cínico; pero que, dada la condición del perro del más noble y fiel amigo del hombre, al llamarles perros o perras. a los inescrupulosos e inescrupulosas, se ha de agregar: con el perdón de los perros.

Sería inconcebible encontrar a Diógenes, el Cínico, haciendo de mercenario, de alabardero y de servil lacayo abyecto, como de inescrupuloso, y huérfano de pudor; no obstante, nuestros cínicos actuales, cuya naturaleza aberrada da cuenta de su vil condición abominable, son canallas y mercenarios, por su desesperado afán de lujo, vicios, riquezas y disponibilidad de dinero contante y sonante; pues sólo con éste, que es tenido como el excremento que caga el diablo; aquellos se pueden financiar sus miserias humanas y bajas pasiones; por lo que, sin escrúpulos, se prestan a la manipulación de la realidad, y presentar lo negro como blanco, la verdad como mentira, la falta de escrúpulos como virtud, lo viejo y obsoleto como nuevo, lo feo como hermoso, el lacayismo rastrero e ignominioso como un refinamiento del alma, y base de un estilo subyugante y atractivo.

Cuando la mercenaria Rosario Espinal, vendida en cuerpo y alma a los peores intereses de los más execrables canallas desalmados, está inventándose y elucubrando, que el capo di tutti cappi. Leonel Antonio Reyna, por su parte, y el Gángster Murmullo, Dañino Medina, por el suyo, tienen y encarnan dos estilos diferentes y contrapuestos; pero sin llegar a encarnar ni a concretizarse la supuesta malhadada diferencia de estilo entre dichos aborrecibles politiqueros, mostrando claras preferencias por el Gángster Murmullo, el Dañino Medina; en nada nos causa sorpresa, ni nos resulta extraño, por cuanto el Gángster Murmullo, Dañino Medina, se ha entregado en cuerpo y alma a los jesuitas; y de ahí su secretismo, que tiene, en las llamadas visitas sorpresas, que son pre-fabricadas, fríamente calculadas, y nada espontáneas, un nefasto recurso de fomento del miedo y las esperanzas, en los filisteos o elementos exageradamente ignorantes, y ese recurso es una recomendación producto de la perversa naturaleza de los jesuitas.

Cabe recordar que, en los famosos cursillos de lavado de cerebro de los sujetos maleables, que los jesuitas, con el alias cura jesuita Luis Posada a la cabeza, consejero y guía espiritual del sociópata y maníaco criminal, como narcómano, Ramfis Trujillo, llevaban arrastrados, y forzados por el terror represivo de la dictadura yanqui católica, de la que Trujillo, como su peón, fungía de su cabecilla; pues bien, aquellos cursillos eran llamados, eufemísticamente, como de cristiandad; y eran impartidos en el centro de retiro de esas hienas criminales y carroñeras de los jesuitas en Manresa.

Precisamente, el terror y las amenazas escatológicas del fin del mundo, y del castigo del fuego eterno, por pecadores, eran el instrumento que hacía de columna vertebral del método de la cristianización; como ya se conocía que hacía la Iglesia Católica-Vaticano Apostólica y Romana, primero, y más adelante, al mismo tiempo, que los evangélicos, cuáqueros, calvinistas, luteranos y pietistas; quienes establecieron la más monstruosa competencia, de cuál lograba más éxitos en las prácticas genocidas y de exterminación de la raza indígena como de los esclavos negros, cuya traída masiva para disfrutar del suplicio sin nombre del régimen de la esclavitud. Y, con esto. se llega al colmo del cinismo y del sarcasmo insolente. Se proclama que es el más digno resultado de la preocupación humanitaria de Fray Antón de Montesinos, y su preceptor Quevedo, lo que culmina con la cruzada de que, en un ejemplo de sarcasmo insolente y cínico, se dice que es el padre de los Derechos Humanos.

Si se observa con detenimiento, se encontrará que las visitas sorpresas, previa planificación, que lleva a cabo el Gángster Murmullo, el Dañino Medina, encuentran como terreno abonado, la torturante expectativa, creación de los mismos jesuitas, de esperar del dios, que sólo vigila y protege a los ricos y fuertes, que un día disponga de un milagro, que saque al infeliz creyente de la prángana, de la olla. Así, entre éstos, se oye siempre el sonsonete de la letanía: yo espero que dios se acuerde de mí. Y es así como los jesuitas, que son el grupo de consultas y orientadores de las fechorías del rufián elevado a la enésima potencia, el Dañino Medina, le aconsejaron a éste aparecerse en forma sorpresiva, y así llenar la eterna esperanza de la expectativa de: yo espero que algún día dios haga algo por mí.

Ya hemos establecido, que lo que hay en cuanto a contenido y significación práctica, histórico-social, de estilo, es una identidad total en lo esencia entre los dos rufianes, Leonel Antonio Reyna, de un lado, y Dañino Medina, Gángster Murmullo, del otro lado.

En cuanto a las formas y modales, las diferencias son tan insignificantes, que cabe hablarse de que también en este terreno se identifican y confunden en el 90%, cuando menos, de sus partes.

En el 10% restante, que sería lo de las leves e imperceptibles, por triviales, diferencias de las formas de manejarse de ambos, se distinguen dos elementos concurrentes y sus causas de fondo.

Ahí está. que el Gángster Murmullo, Dañino Medina, es un farfullero y marrullero estafador, a la franca y sin tapujos.

Ahí está su única creación con su imaginación, que es la fórmula de su cuento para vender un camello como artículo de estafa, fraude y engaño.

Pero, por sobre todo, cabe subrayar que el Dañino Medina, además de que culturalmente es un ceboruco, como el de la cueva de La Maguana; y, de ñapa, es gago; que, como estafador, lo que emite al querer hablar no son palabras, sino chillidos, más rápidos que una ametralladora Cristóbal de la armería del dictador en San Cristóbal.

Hasta los chinos de Bonao se dan cuenta de que, si el Dañino Medina se dedica a hablar, le sucede como a esas mujeres buenas hembras; que, cuando abren la boca, por el descuido, la falta de higiene y el atropello verbal, desalientan, en un abrir y cerrar de ojos, al más seducido por los encantos de ese ejemplar femenino con poca o ninguna feminidad.

Además, está su bizquera; todo lo que, de conjunto, crea un cuadro que ha hecho que los jesuitas de Intec y de la Putamaima, del capo Agripino Núñez Collado, dispongan la aplicación de su recurso del secretismo y lo misterioso.

Resulta una burla cruel, y un acto de sarcasmo desvergonzado, que, mientras la cínica mercenaria, Rosario Espinal, agente de la USAID-CIA, como de la Iglesia Católica-Vaticano, resalta el papel bienhechor a los sectores pobres, de las visitas sorpresa; y ofrece la falsa imagen del gobierno preocupado por la suerte de sus gobernados, a pesar de que ha traicionado a la Patria y se ha entregado en forma humillante a los apetitos funestos de las hordas haitianas de estadio semi-salvaje.

Ya para desmentir esas falacias, para corroborar que es un neoliberal a ultranza, igual o peor que el capo di tutti cappi, Leonel Antonio Reyna, lo encontramos con el grupo corporativo de la Cervecería Nacional, haciéndose presente en la inauguración de su laboratorio de biomasa; para seguir intoxicando y volviendo más narcómano al pueblo dominicano. Y de ahí, el mismo día siguiente, se le ve, con la figura de sirviente abyecto, concurriendo a la inauguración de un nuevo local del sospechoso grupo de Almacenes Unidos, que tienen una pinta de lavadores de capitales del narco que no se las despinta nadie.

Pero, cabe resaltar, que la Iglesia Católica-Vaticano acaba de crear una nueva empresa comercial, que es la ampliación de un viejo negocio leonino suyo, que dan el llamar servicio social de la Iglesia; resultando que, las nuevas instalaciones del negocio de marras se construyeron por un costo de más de 35 millones de pesos, o sea, casi un millón de dólares; de los que el gángster Leonel Antonio Reyna aportó, de los fondos del Estado, 18 millones de pesos; el hijo de la gran puta Perrodé Rafael Hipólito Mejía, de lo saqueado al Estado, les dio 2 millones; y el hombre babosa hecho de paja podrida, y el ideólogo del robo y la corrupción de los pálidos pelegatos boschistas, el Dañino Medina, aportó 13.5 millones de pesos. ¿Dónde está la diferencia de estilo de que ahora gustan hablar?

¿Qué pasa? ¿Y a dónde ha terminado yéndose el estilo de gobernar del Dañino Medina, Gángster Murmullo, diferente al del capo di tutti cappi, paranarco y terrorista criminal del Estado, de que fabula y especula, escolásticamente, la mercenaria y cínica Rosario Espinal; que sólo dice y habla como lo establece el libreto de sus amos y señores?

Es que el genial descubrimiento, de los supuestos estilos del capo di tutti cappi, el perdulario de los vicios, Leonel Antonio Reyna, de un lado, y del otro del Gángster Murmullo, el Dañino Medina, es una acción sarcástica e insolente en su desfachatez; que tiene la misma marca de fábrica que el sadismo de los verdugos y torturadores, disfrazados de investigadores e interrogadores de la Policía Nacional y su Departamento Secreto; principalmente durante el sanguinario período de los 12 años de la dictadura yanqui católica del tirano alimaña Joaquín Balaguer; la época de los sádicos Francisco Báez Maríñez, Caonoabo Reynoso, el mayor Hasbún, que preparó el terreno para la creación de un cuerpo de sicarios asesinos que, por un lado, masacraron, fusilando a 5 estudiantes en la Playa de Saladilla, en Barahona; hecho perpetrado por un grupo de sicarios sedientos de sangre de jóvenes, que estaba encabezado por la bestia llamada el Sargento Ráfaga, como las operaciones de chapeo en la cárcel de La Victoria contra los presos anti-balagueristas, y el brutal asesinato llevado a cabo por Ramón Pérez Martínez (alias Macorís, el carnicero de Lyon), el capitán Oscar Núñez (alias El Cangrejo), el oficial teniente primero Alvarez Guzmán, todos bajo el mando del carnicero general Enrique Pérez y Pérez, matando a los cinco adolescentes del Club Héctor J. Díaz en los dogouts del Play de la Normal, en el 1971.

Es memorable el parecido, de cómo iniciaban las torturas y masacres esos vesánicos sociópatas criminales, y las supuestas diferencias de estilo que se inventa, por orden de sus amos, la mercenaria y cínica (perra) Rosario Espinal; según ésta, entre Leonel Antonio Reyna y el Dañino Medina, Gángster Murmullo.

Esos sabuesos carniceros, verdaderos carceleros del infierno, ya habiendo martirizado a sus víctimas, les decían: para cerrar el día, te vamos a dar una andanada de golpes, escoge con cuál quieres que te los demos. Aquí tenemos "el amoroso", "el silencioso", al "ripio de Satanás"; pero di con cual quieres que te masacremos. A lo que, casi siempre, la víctima, en un acto instintivo de su dignidad y de su derecho decía: ¡Con ninguno! Y ahí mismo saltaban, como fieras, esos vesánicos defensores del régimen democrático y de la libertad balaguerista: ¡Ah!, es que este comunista quiere que le demos con este bate No. 36 liviano, que es el que se llama "ninguno". Todo esto sigue teniendo el sello de las torturas jesuitas de la época de la Inquisición; y, por igual, ahí está uno de los orígenes de la propagación de la infame ideología de la escogencia del "mal menor".

Prueba de que, fomentar las peregrinas e imaginarias diferencias de estilo de marras, es un recurso o estratagema de los jesuitas y de la Iglesia Católica-Vaticano, es que ya vimos a un ser aberrado, como Carmen Imbert Brugal, hablando del consabido estilo diferente del Gángster Murmullo; y, como es harto conocido, la Carmen Imbert es una pájara que tiene el mismo plumaje de la Rosario Espinal, como la flamante jueza Miriam Germán, y responden y cantan la misma música.

Pero si a ella le gusta eso, y con esto está comprometida hasta la coronilla, pues que no haya pena, ¡fuego a la lata!, que para eso estamos.

 

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