EL PROHAITIANO Y AGENTE VENDE OBRERO DE LA EMBAJADA YANQUI PEDRO JULIO ALCANTARA SE EMPECINA EN IMPARTIR CLASES EN PATOI O CREOL EN VIOLACION DE LA CONSTITUCION DOMINICANA

Hugo Tolentino Dipp demuestra su perversidad al acuñar con el caballo de Troya haitiano Peña Gómez que los dominicanos somos racistas y que es por racistas que no aceptamos que no queremos y que rechazamos a los haitianos en nuestra Patria

05-12-2014

 

En una discusión de nuestros militantes en el sindicato amarillo Fenticomp, apéndice de la Embajada americana, de los explotadores, y de los agentes imperialistas de la CIA y de la USAID de los perros del gángster Clemenza Miguel Vargas Maldonado, como del grandísimo hijo de la granputísima de su madre, de Rafael Hipólito Mejía, con su canalla Pedro Julio Alcántara; cuyo asesor es el también agente del Patrado Luis Felipe Rosas, un agente de la Embajada norteamericana, respaldado por los tránsfugas y renegados mercenarios oportunistas del partido contra el trabajo -PcT-, cuyo cabecilla es el oportunista y maricón, vendido a todo cuanto sea anticomunista, Rafael Chaljub Mejía; todos estos esgrimieron, como adefesio anti-dominicano, y a favor de los haitianos, en torno a la cuestión de la impartición de cursos de albañilería y carpintería, como de maestro de construcción, esgrimiendo, esos vende-obreros y vende-patria, que los cursos se impartirían en creole, para favorecer a los haitianos; como, que cada vez que se incorporara un nuevo haitiano a los cursos, éstos debían reempezar desde el principio, y que las clases se las impartieran en haitiano, esto es, una de las tantas versiones de las jergas del patoi o creole.

A todo lo que los militantes de nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) se opusieron, tajante e intransigentemente; apelando al recurso de que el idioma de la República Dominicana y de la nación dominicana, tal cual lo establece y formaliza la Constitución dominicana, es el español; y que estábamos dispuestos a presentar en los tribunales un recurso de amparo, a fin de que los cursos se impartieran en español.

El ladrón, y asaltante delincuente, Pedro Julio Alcántara, trató de imponer su pro-haitianismo, por el que le paga la Embajada americana; y trató de chantajear al director de la escuela de la Federación de Sindicatos de la Construcción, Rubén Peña. Pero éste, que es también licenciado en derecho, o sea, abogado, supo actuar con dignidad profesional y nacional, subrayándole al mercenario Pedro Julio Alcántara que las leyes estaban en su contra, y que, si desafiaba los tribunales de la República, le iba a ir muy mal; por cuanto ningún tribunal le va a respaldar su demencial intención de dar cursos en patoi, creole, cuando se trataba de concurrentes, mayoritariamente dominicanos de verdad.

Los rastreros buscavidas, como pordioseros políticos e indigentes teóricos, prostituidos ideológica y políticamente al haitianismo peñagomista, como tan perfecta y exactamente ilustra el ejemplo de esa aborrecible tuberculosa y afrenta para la mujer dominicana, la buscavida Virtudes Alvarez, apelaron al uso de la expresión del internacionalismo proletario con que culmina el Manifiesto Comunista, con fines de chantajearnos; de que los militantes de nuestro Partido no aceptábamos que los obreros no tienen patria, según su interpretación oportunista de esta otra cuestión.

Pero no pudieron chantajearnos. Porque un rasgo esencial del materialismo histórico y del materialismo dialéctico, como bien establece Lenin en “Materialismo y Empiriocriticismo”, es que ambos componentes básicos y fundamentales poseen tres rasgos esenciales:

1ro.- Su carácter de clase proletario y que sirven al proletariado;

2do.- Que ambos tienen espíritu de exclusividad del Partido Comunista; y

3ro.- Que ambos sirven al proletariado en su lucha de clases contra los explotadores y opresores, como contra el imperialismo, fase última y superior del capitalismo, como contra el parasitismo, oscurantista y supersticioso, y fuente del reaccionarismo, que son la Iglesia Católica-Vaticano y el cristianismo, opio de la humanidad.

Así, estudiando a Lenin en su célebre biografía sobre el maestro Carlos Marx, en ésta encontramos una joya, que sirvió como un tapón de boca y un látigo para flagelar a los provocadores traidores y oportunistas del partido contra el trabajo, como al mercenario y espía de la Embajada, el vende-obrero y saqueador, junto con los bancos y las camarillas de gusanos vende-obreros de los fondos de pensiones, Pedro Julio Alcántara, en el subtítulo: “El Socialismo”.

Lenin advierte, que lo de que los obreros no tienen patria es un principio general y una verdad universal, pero que, en los hechos y las circunstancias históricas, no cabe aplicarlo en los países atrasados, en vías de desarrollo, coloniales y semi-coloniales. Y dice textualmente: “Marx plantea, desde el punto de vista del socialismo, los problemas de la nacionalidad y del Estado, no limitándose a explicar el pasado, sino en el sentido de prever sin temor el porvenir, y de una atrevida actuación práctica para su realización. Las naciones son un producto inevitable y una forma inevitable de la época burguesa de desarrollo de la sociedad. Y la clase obrera no podía fortalecerse, madurar y formarse, sin ‘organizarse en los límites de la nación’, sin ser ‘nacional’ (‘aunque de ninguna manera en el sentido burgués’). Pero el desenvolvimiento del capitalismo va destruyendo cada vez más las barreras nacionales, acaba con el aislamiento nacional y sustituye los antagonismos nacionales por antagonismos de clase. Por eso, es una verdad innegable que en los países de capitalismo avanzado ‘los obreros no tienen patria’ y que la ‘acción común’ de los obreros, al menos en los países civilizados, ‘es una de las primeras condiciones de su emancipación’ (Manifiesto Comunista)”.

Lo de Mao Tse Tung, le pondría la tapa al pomo, cuando formula, como una ley y principio práctico concreto, para la plataforma del Partido Comunista en los países del Tercer Mundo, que los comunistas debemos combinar el más consecuente patriotismo con el internacionalismo proletario, para oponernos y derrotar al imperialismo y a sus lacayos en sus planes y programas reaccionarios.

Lo de Hugo Tolentino Dipp no son más que bajas y sucias patrañas, de un tergiversador, embaucador, falsificador, adulterador y enemigo a rajatabla de la doctrina marxista-leninista; por cuanto ésta es la única bandera del proletariado, y demás clases explotadas, contra el imperialismo, la burguesía, los terratenientes y el oscurantismo parasitario de la Iglesia Católica-Vaticano y el cristianismo. Pero así como, por todo ello, odia la doctrina guía y es un ridículo anticomunista recalcitrante, es un sirviente del imperialismo yanqui y del de la Unión Europea, como del régimen oligarquía interno, cuyo Estado Mayor reaccionario es la Iglesia Católica-Vaticano, en colusión con las hordas de ignorantes y rastreros protestantes y evangélicos.

De ahí su maniobra desviacionista, y contraria al patriotismo, sano y popular de los dominicanos, respecto a que reivindicamos nuestras insalvables e irreversibles contradicciones, antagónicas y a muerte, con los haitianos y con Haití. Por cuanto ellos no aceptan, ni reconocen, la existencia de nuestra nación, con nuestra territorialidad, con nuestro idioma castellano o español, con nuestra cultura nacional, cuyo fundamento es la cultura española y los avances y logros de la ciencia y de la tecnología, lo que es indudablemente la sustancia de la dominicanidad; la que venimos forjando a golpe de lucha y abnegación, a todo lo largo y ancho de cinco siglos y un cuarto de siglo, esto es, por 525 años. Y estas luchas han tenido como enemigo, durante los últimos 225 años, a las hordas de haitianos viles y mercenarios, como al Haití, efectiva y comprobadamente racista; que no aceptan y que no admiten nuestra existencia, que no aceptan y que no admiten nuestra independencia nacional, ni nuestra soberanía patria, ni nuestra autodeterminación.

Hugo Tolentino Dipp revisa e invierte, demostrando su perversidad de enano espiritual; y acuñó, gustosamente, con el caballo de Troya y quinta columna haitiano en la República Dominicana, José Francisco Peña Gómez, que los dominicanos somos racistas, y que es por racistas que no aceptamos, que no queremos y que rechazamos a los haitianos en nuestra Patria, y condenamos todo cuanto sea el salvajismo tribal de hordas, de la haitianidad.

Hugo Tolentino Dipp, como agente del régimen oligarquía, del imperialismo, de la reacción, y de todo cuantos sean enemigos de los dominicanos, igual que los vende-patria pro-haitianos, han de saber, que los dominicanos no descartamos, sino que, espiritual y moralmente, hacemos acopio de fuerzas para resolver el problema, empuñando las armas contra los haitianos que, intrusamente, mancillan nuestra nación; que si ha de correr la sangre, que corra, que el árbol de la libertad, de la soberanía y la autodeterminación, se abona con la sangre de los mejores hijos amantes de su madre Patria, que no es la España colonialista, que es cosa del más lejano pasado, sino nuestra República Dominicana.

 

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