¡FUERA LOS HAITIANOS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA!

El mediocre hombre de paja y hombre babosa Danilo Medina claudica cobardemente ante los planes de los tiburones imperialistas de entregarle la nación dominicana a las hordas haitianas

27-03-2014

 

El cabecilla del actual gobierno fantoche y de lacayos incondicionales del imperialismo norteamericano, de la parasitaria Iglesia Católica-Vaticano, como de los grupos de usureros y estafadores, que expolian al pueblo y venden la patria como verdaderas prostitutas que lo hacen por puro amor al arte, este cabecilla no es otro que el mismo personajucho, personificador de la más rampante mediocridad, un vulgar adocenado y amanerado, sin savia ni sustancia, un espécimen que sólo por su condición humana se le puede decir que es un hombre de paja, un hombre babosa, en quien, por sus venas lo que corre es la pusilanimidad y el peor de los rastrerismos; este cabecilla es efectivamente el tal Dañino Medina, alias el gángster Murmullo, cuyo gobierno se ha propuesto claudicar cobardemente, entregando la República Dominicana a los haitianos, a Haití y a la haitianidad; buscando con ello dejar satisfechos y complacidos al bloque de tiburones imperialistas norteamericanos, europeos, de la Iglesia Católica-Vaticano, que ahora tiene como cabecilla al más empedernido de los pedófilos y homosexuales, que es el jesuita Bergoglio, un engendro nazi-fascista, que fue pieza clave en los crímenes de lesa humanidad de los carniceros asesinos de las dictaduras militares argentinas; así como a las carroñas cubano-venezolanas y a los zánganos vividores y corruptos de Haití y del CARICOM. Pues la única preocupación y el único interés del gobierno pálido pelegato boschista del gángster Murmullo, el Dañino Medina, o pedazo de madera cuadrado que se mete en un hoyo redondo (esto es, un mechinal), consisten en imponer una paz de los cementerios para el país, la República Dominicana y los dominicanos, para poder usufructuar los millones y millones acumulados en el ejercicio a tiempo completo de la corrupción, la estafa y la depredación del Estado, como en sus vinculaciones conocidas con el narcotráfico; de lo cual nos consta que recibió cerca de 500 millones de pesos del don Quirino Paulino Castillo, con lo que decía financiaría su campaña en el 2000; así como recibe fuertes sumas millonarias de un ex jerarca del Partido Reformista, el llamado Máximo Acosta, cuya coartada, para el encubrimiento de su labor del blanqueo, es la crianza de cerdos en una granja en Villa Mella, paraje Hacienda Estrella.

A Máximo Acosta lo visitaron en los últimos días, tanto el gángster Murmullo Dañino Medina Mechinal, como el hijo de la gran puta y crápula, Rafael Hipólito Mejía.

Se ha de saber, que el carnaval del bienestar financiero de Máximo Acosta no proviene de la crianza y venta de puercos, sino del lavado de las sumas millonarias que le llegan, por vía de un sobrino suyo que tiene 15 años dedicado en cuerpo y alma, en los Estados Unidos, a la actividad financiera del blanqueo de esos capitales, así como del tráfico de estupefacientes.

Lo que es la Policía Nacional, como la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y el DEA, tienen perfecto conocimiento de los pormenores de esas actividades.

Recurrir a tales medios para su enriquecimiento personal, es lo que siempre ha sabido hacer el Dañino Medina, gángster Murmullo, que hasta usurpa y estafa, haciéndose pasar como Licenciado en Química, sin nunca haber culminado esa insignificante carrera, de la cual hizo algunos semestres en la UASD.

Pero este estúpido y trepador, que de este modo ha llegado a la Presidencia de la República por vía de ese lenocinio y pantano de inmundicias que es el pálido pelegato boschista, no entiende que, entregándose a la causa de las hordas haitianas, detrás de quienes los que están los tiburones del imperialismo norteamericano y europeo, en especial la banda inescrupulosa de los Bill Clinton, Hillary Rotham y el corrupto y tecato granuja licencioso de Sean Penn, a quienes se venden los de la prostituida y degenerada Iglesia Católica-Vaticano, Apostólica y Romana; lejos, pero bien lejos de encontrar la paz de los cementerios, esta vergüenza para la patria dominicana, el mas mediocre de los mediocres, del que el mismo perdulario Leonel Antonio Reyna afirma, que podrá comprar la aparente condición de líder, pero que, siendo huérfano de todo cuanto sea inteligencia e ideas, jamás podrá alcanzar la condición de líder político verdadero; lejos de lograr esa sucia paz y sosiego para cimbrearse y solazarse en los torrentes del sangriento patrimonio de dinero acumulado que, al momento de llegar a la Presidencia, rondaba por encima de los 600 millones de dólares, que equivalen a un monto aproximado a los 26 mil millones de pesos, lo que encontrará, y eso se lo aseguramos y garantizamos, será una carnicería, de la que correrán ríos de sangre; por cuanto los dominicanos no vamos a aceptar pacíficamente, ni durmiendo el sueño de la irresponsabilidad, que nuestra nación sea entregada a los haitianos, a Haití ni a la haitianidad.

Lo de la ley de naturalización de los invasores miserables haitianos, por los que llora y se le parte el tumor que hace de su alma, al igual que el llamado consenso que ha anunciado está cocinando, para que sea aprobado al vapor por las cámaras de senadores y diputados, respectivamente, es una truchimanería baja del gángster Murmullo, el Dañino Medina Mechinal, un engaño bajo, sucio y asqueroso; en el que la soberana voluntad del pueblo no cuenta, y es sustituida por sepulcros blanqueados y contenedores de excrementos pestilentes, como es el Episcopado de la Iglesia Católica-Vaticano y la venal como prostituida prensa amarilla, si no, sacos de podredumbre de hedor nauseabundo y repulsivo.

¿Qué son, si no sepulcros blanqueados, contenedores o sacos de excrementos y fétida podredumbre los Leonel Antonio Reyna, el hijo de la gran puta Rafael Hipólito Mejía, el gángster Miguel Vargas Maldonado o el heredero y continuador de la fortuna que, en el ejercicio prolongado de la corrupción, pasando por los desfalcos de la UASD, llevara a cabo su padre, el crápula viejo, Rafael Abinader, ese es el amanerado y adocenado Luis Abinader?

La opinión de estos canallas, individualmente o en amasijo, no puede ni va a sustituir la voluntad popular de: ¡Fuera los haitianos de la República Dominicana!

 

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