Los seudo-intelectuales que hacen el papel de los que echaron al pobre Pedro en el pozo

 

Esos llamados Luis Scheker Ortiz, César Mella, Fernando Pérez Memén y un tal Leo Martínez, lo que efectuaron en San Pedro de Macorís en el Hotel Howard Jonson, propiedad de Josesito Hazim, notable miembro de la peste árabe que abate a la República Dominicana y a su vulnerable sociedad, no fue otra cosa que un sainete o farsa tragicómica que pone de relieve hasta qué punto del mercenarismo venal llegan supuestos intelectuales, cuyo nivel de discernimiento, que sería a la vez la base de respeto por su dignidad, no tiene nada superior al de cualquier sicario de la más baja ralea del mundo de los crápulas. Esto lo decimos a partir del adocenamiento vil que reflejan lo que ellos llaman conclusiones del Seminario de la Fundación para el Desarrollo de San Pedro de Macorís.

Y lo reafirmamos al comprobarse que no hacen más que ocultar las causas y a los responsables de los males que caracterizan los temas que mencionan, como son: El país prefiere la democracia y que aquí no se necesita un Trujillo nuevamente, hasta ahí y así, abordan y agotan el tema de la democracia, más que en esa perspectiva de vulgar chapucería que se reduce a tomar el subyugamiento de los explotadores y la Iglesia Católica, bajo el simulacro de derecho o se exponen a la dictadura tipo Trujillo, disyuntiva pervertida y aberrada que sólo busca mantener el parasitismo eclesiástico y la expoliación de los saqueadores neoliberales nativos y extranjeros con el cínico lema de: “si quieren lo toman, o si no, jódanse”; la cuestión de la educación, en este asunto los mencionados señores dan un verdadero espectáculo de strip tease de mal gusto, pues todo el mundo sabe que gentes como las de la Iglesia Católica y estafadores como Josesito Hazim han anulado las responsabilidades del Estado para el desarrollo de la educación pública a todos los niveles en forma tan depravada, que roban en forma gangsteril el derecho a la educación de millones de dominicanos a los niveles básico, intermedio y superior, por lo que la alternativa es devolver los fueros educativos al pueblo, restableciendo el predominio a todos los niveles de la educación para que ésta, igual que con la salud, dejen de ser negocios especulativos de los desalmados sectores privados; el asunto de las leyes e impuestos, lo que manejan son prostituidos sofismas escolásticos de que sólo un grupito paga impuestos y la gran mayoría no lo hace, con lo que es evidente que buscan el aumento de nuevas tasas impositivas sobre el pueblo, propugnando porque las leyes impositivas se apliquen a todo el mundo; y 8 temas más que dejamos para dilucidarlos en dos ocasiones después de ésta, pero es casi de rigor hacerlo en el mismo orden caótico y gregario como actúan los mercenarios del pensamiento y los círculos de presión que se saben actúan bajo los efectos de su pitanza y su alpiste.

Pero además que lo hacen así para ocultar la verdad y mantener el manto de oscuridad y engaño con que sus amos expolian al pueblo dominicano y saquean en forma parasitaria al país en contubernio con los consorcios monopolistas internacionales, que son los regentes del sistema imperio-capitalista mundial que descansa en el capital y la oligarquía financiera internacionales, en el caso concreto, actúan al servicio de Josesito Hazim y de la Iglesia Católica-Vaticano, que son dos sanguijuelas parasitarias y despiadadas que viven a costa del país y del pueblo, aunque el personaje éste es sólo un infeliz y pobre individuo ambicioso que, colocado junto a los miles de tentáculos y válvulas de succión de las ventosas de la transnacional católica-Vaticano es apenas una insignificancia, pero que en este caso está ahí y es quien orquestó, por sus mezquindades hijas de sus mediocridades y bajas pasiones aberradas de que es exponente, ese mamotreto con sus tristes y ridículas conclusiones y que efectúan esas sus marionetas.

En un seminario serio, con participantes que posean aval moral y capacidad intelectual desplegada libremente sin el peso de la losa infame de la mendacidad venal, en donde se pondere la democracia, por ejemplo en nuestro país, no cabe hacerlo pretendiendo omitir tres factores esenciales, tal como hacen los cuatro personajes de marras asumiendo la función de payasos que apelan al ridículo para mover a la risa del público que los observa.

Cómo pueden hablar de democracia como vigente y algo preferido en el orden político actual de nuestro país cuando aquí, con el dominio y el yugo del imperio-capitalismo norteamericano, del de la Unión Europea y el de la Iglesia Católica-Vaticano, a través del Concordato en el caso de esta última, se le conculca directa y deliberadamente al pueblo, que es la fuente de la democracia, su autodeterminación y se le excluye y se le margina, mediante el recursos de los instrumentos mediáticos del poder, entre los que sobresale una prensa adocenada, venal y monopolizada por los consorcios monopolistas imperio-capitalistas y sus sicarios del patio, esto por un lado, y por el otro la actividad de su claque seudo intelectual, como ilustra el ejemplo deprimente de esos cuatro bastardos del pensamiento, cuyos rasgos más sobresalientes son su falta de escrúpulos, su incapacidad de discernimiento y su inigualable condición de mercenarios casi innatos.

Scheker Ortiz; César Mella Mejía, que le agrega una “s” de refinamiento a su apellido materno, tal vez como un amaneramiento evidente de las aves decorativas cuando desean salir de la jaula, otros gustan decir: “cuando les llega la hora de salir del closet”; Fernando Pérez Memén, que es un sirviente abyecto de Agripino Núñez Collado y de la Ucamaima; y Leonidas Martínez, que es un tránsfuga de toda la línea y que además es un pagado por Josesito Hazim y promotor del parasitismo de la Iglesia Católica, parece que corroboran con su desbarre, el dicho de que el lodo, cuando las lluvias lo desprenden del lugar antes enquistado y empieza a desprenderse cuesta abajo, no se detiene hasta llegar al fondo, que en estos países tropicales es muy común que sea un pantano pestilente.

Pero todavía no acabamos de salir del asombro de que, siendo estos cuatro personajes adictos y sumisos agentes de la Iglesia Católica-Vaticano, hablen de democracia, omitiendo que su servicio a dicha institución les impide ser entes activos y libres a favor de la democracia, que tratándose en este caso nuestro de un país sometido por los monopolios imperialistas al modelo neoliberal, y estando dicha Iglesia amarrada como un perro de las patas de la mesa de dicho modelo capitalista, además de atada a la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) y a la Embajada norteamericana, lo que es un escándalo público, de la democracia que hablan y cuyos problemas se supone dilucidarían en su seminario, nadie puede desconocer el carácter esencialmente negador de toda democracia de la Iglesia Católica, lo que explicaría lo de las aberradas conclusiones de dicho seminario ya que, aunque la Iglesia Católica, tal cual gran ramera, la gran prostituta, la babilonia de que habla el Apocalipsis en su escatología del fin del mundo, desde hace dos milenios ha sido esclavista, feudal e imperialista indistintamente, pero nunca en sus procedimientos y principios internos ha variado ni ha podido dejar de ser absolutista y despótica, monárquica e imperial, anti-democrática y personalista e individualista hasta más allá de los límites de lo sicótico y de la esquizofrenia, pues esa institución anacrónica, oscurantista y absurda representa el espíritu concentrado común a los tres regímenes de la explotación del hombre por el hombre, esto es, del esclavismo, del feudalismo y del imperialismo.

La aberración neotomista de que se revisten la Iglesia Católica y sus teólogos, así como estos viles seudo-intelectuales a su servicio, verdaderos eunucos del seudo-pensamiento castrado, para proclamar un conjunto de galimatías absurdos al que para estafar pretenden denominar humanismo cristiano, que es sencillamente inexistente e imposible de estructurarse a menos que no sea como adefesio de perversidades deliberadas, descartan de plano al hombre y al justo empeño de éste, cuya energía material y espiritual es el núcleo del verdadero y auténtico humanismo y tiene por fin alcanzar su bienestar y progreso aquí, en la Tierra, por lo que se esfuerza constante y perennemente por hacer realidad el bienestar social y la esperanza de alcanzar metas más elevadas en el orden tecnológico y cultural, mientras que el adefesio, que los católicos llaman humanismo cristiano, sustenta que el fin supremo del hombre es servir a su inventada deidad llamada dios, que la Iglesia Católica dice representar, encarnado ese dios en cada cura, en cada obispo, en cada perverso y siniestro cardenal o en cada emperador suyo llamado Papa y, en definitiva, esa doctrina social suya condena a los explotados a someterse a sus verdugos explotadores capitalistas, monopolistas, banqueros, especuladores y terratenientes.

La doctrina social de la Iglesia Católica, que es su supuesto humanismo, no es más pues que una teología según la cual el hombre no recibe su dignidad de sí mismo ni de su capacidad de razonamiento, sino de su deidad imaginaria dios, del que sería hecho, según conjetura ese amasijo de falacias, a imagen y semejanza.

De ahí que lo suyo, lo de la Iglesia Católica, no pueda llegar a ser humanismo sino teología y religión, que son dos caminos paralelos, pues uno, el humanismo, se consagra al hombre y la religión busca sólo que éste se esclavice a lo imaginario e inexistente, que es su deidad, a la que denominan dios, cuya existencia ni siquiera pueden por medio de la razón demostrar, por lo que están forzados a recurrir a la coacción y a los suplicios con carácter de terror.

Pero si la Iglesia Católica no es fuente de democracia sino que de su seno irradia exactamente el despotismo absolutista más recalcitrante, cómo diablos sus apologistas y agentes elucidan y hablan de bondades de la democracia ante un dictador, por ejemplo, como Trujillo, ahora que ya no existe, pero que en vida la Iglesia Católica lo erigió durante 27 años mientras esperaban el Concordato, el Vicariato Castrense y el Patronato Nacional San Rafael, en el Benefactor de la Iglesia Católica y Padre de ésta. Además, es la misma Iglesia Católica, a la que obedecen esos cuatro personajes y el mismo Josesito Hazim, la que, a través de su Cardenal, el despótico reaccionario y ambicioso Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, desde el 21 de agosto del 2004, en el cabildo de San Juan de la Maguana, dio inicio a la cruzada contra la democracia reclamando la necesidad de otra dictadura tipo la de Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Y aquí entramos al quid del asunto de porqué la Iglesia Católica y su Concordato, impuéstole al país junto con el dictador Trujillo, precisamente, no son compatibles ni solubles ni con la democracia ni con el Estado de Derecho en la República Dominicana ni en país del mundo alguno.

Es que el Concordato hipoteca tanto la libertad de pensamiento, ideológica y de prensa como política, al atar al Estado a la confesión religiosa católica y a sus mezquinos y criminales intereses, al tiempo que hace que el Estado mantenga parasitariamente a dicha Iglesia Católica, cubriéndole todos los gastos de sus templos, de sus negocios y de todos los curas, hasta de sus sibaritas obispos y jerarcas. Es tal el papel anti-democrático del Concordato, que su sola vigencia es una situación inconstitucional que le imprime el sello de ilegitimidad e inscribe en el marco de la inconstitucionalidad, inmediatamente asume el Poder, aún sea electo por las urnas, a todo gobierno dominicano, lo cual crea una situación de peligrosidad perenne que no puede seguir dándosele de lado, y que requiere por tanto su inmediata e inaplazable solución, la que sólo se concibe con la renuncia, de parte del Estado dominicano, al Concordato, para recuperar por ese lado así la soberanía estatal hipotecada y romper con el absurdo carácter confesional católico del Estado dominicano.

Esto se refleja directamente tanto en la educación, que es otro tema groseramente simplificado hasta la más escandalosa vulgaridad en la cocina del Howard Jonson, lo mismo que en el asunto de las leyes y pago de impuestos, donde llegan a la más burda e intolerable manipulación y tergiversación de la realidad, ya que el Concordato, al tiempo que declara a la Iglesia Católica-Vaticano el dueño vitalicio  y absoluto del país, le exime, igual que a los curas y a sus negocios, del pago de todas las connotaciones de todo tipo de impuesto, a la vez que le otorga incalculables privilegios.

Pero esto lo abordaremos en la siguiente entrega.

 

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