LOS ESTEBAN ROSARIO, VICTOR BRETON Y FIDEL SANTANA ATRAPADOS COMO BANDA DELINCUENCIAL Y TERRORISTA ADEMAS DE TRAIDORES PRO-HAITIANOS Y VENDE PATRIA

Los órganos propagandísticos de los círculos oligárquicos del régimen capitalista y terrateniente medieval son expresión del yugo explotador y saqueador del imperialismo yanqui de la Unión Europea y del cartel parasitario que es la Iglesia Católica-Vaticano y utilizan a escorias de la falsa izquierda para sus fines

05-05-2015

 

Ciertamente que, en cuanto al periodismo comercial y mercurial, que es el que se ejerce a través de la prensa amarilla, hay que mantenerse en estado de alerta; pero, por sobre todo, hay que estar consciente y desconfiado de aquellos especímenes que incursionan en esos medios prostituidos diciéndose “revolucionarios”, “socialistas”, “anti-imperialistas, “castristas”, “guevaristas”, etc.

A este respecto, Lenin, en su obra “En Memoria del Conde Gueiden”, que es un opúsculo escrito a raíz de la muerte de este contrarrevolucionario recalcitrante, que en vida se las daba, en la Rusia zarista, de demócrata consecuente y hasta de demócrata revolucionario, pero que en verdad era un representante cabal del más cavernario zarismo; y que, como al igual que en nuestro medio, aquí, en la República Dominicana, los que concurren a los órganos propagandísticos y publicitarios, propiedad de los estamentos más empedernidos de los explotadores, opresores y parásitos de los círculos oligárquicos, que encarnan el podrido y repugnante régimen oligarquía, en tanto y en cuanto se trata de un régimen capitalista y terrateniente medieval, que, a su vez, es expresión del yugo de sometimiento de que son objeto, por parte del imperialismo yanqui como de la Unión Europea y del cartel parasitario que es la Iglesia Católica-Vaticano, la sociedad, la nación y la República Dominicana; y, de paso, recae sobre la población quisqueyana, que es la que sufre en carne viva, y en sus propias espaldas, los despiadados y continuos latigazos de este régimen económico, social y político de oprobios e ignominia, al que sirven, y hacen de sus defensores y beneficiarios, los corrup-partidos del sistema, como los pálidos pelegatos boschistas, los perrosdé, incluyendo al de los perros que se dicen modernizados y mayoritarios, que acaban de consagrar esa vil condición de mercenarios, prostitutas, traidores, como de impensantes, al designar como el nuevo cabecilla al espurio y bastardo Luis Abinader, un digno hijo de su corrupto y desalmado padre José Abinader; y ni qué decir de las sabandijas de los seguidores del difunto tirano alimaña Joaquín Balaguer.

Nada, pero absolutamente nada, de lo que dicen y hacen los exponentes, y a nombre del imperialismo yanqui y del de la Unión Europea, como de la prostituida y parasitaria Iglesia Católica-Vaticano, sometida a la naturaleza infame de la práctica y aberraciones de los jesuitas, tanto de esta legión de condotieros que se agrupan en la mafia Orden de los Jesuitas, como del rufián y criminal ultra-reaccionario, que se hace llamar Emperador, bajo el alias de Papa, que no es más que un procónsul, aquí en la tierra, del supuesto dios suyo, que es el invento de empleo para las peores estafas, que es el tal Jesucristo, y cuyas funciones son las de gerenciar el negocio divino de su dios de marras, merece la menor credibilidad de las gentes conscientes; y otro tanto sucede con los cónsules y embajadores de los imperialistas yanquis y europeos; y lo mismo ocurre con los que manejan el negocio de todos estos buitres desde los medios de la prensa burguesa mercenaria, venal y mendaz

De ahí resulta, que los imperialistas yanquis y europeos, como los inescrupulosos y huérfanos de todo pudor, dueños de la Iglesia Católica-Vaticano, junto a sus aborrecibles sirvientes del régimen oligarquía, pertenecientes a los estamentos o “clases” oligárquicas del patio, que todos estos tengan que recurrir a los servicios del oportunismo y de los oportunistas, que son prostitutas hasta por amor al arte, con la finalidad de acreditarse credibilidad e influencia en la voluntad del pueblo; haciendo que elementos y grupos oportunistas, como bien lo corrobora la historia de los tiempos actuales en estos días, simulando poses de contrarios u objetadotes del régimen de oprobio imperante, se conviertan en el foco de atracción de los segmentos populares más desesperados, por la continua flagelación del régimen; que, ingenuamente, les dan por acreditar a esos estafadores, que hoy tienen una predilección hiperbólica por los llamados derechos humanos; que, a su vez, es el trapo sucio que configura, con fines de encubrimiento de sus efectos catastróficos, el imperialismo yanqui y el de la Unión Europea, como los parásitos del cartel oscurantista, vividor y cavernario que es la Iglesia Católica-Vaticano; y, a la vez, del que la prensa amarilla, venal y mendaz es su cotorra repetidora.

De hecho, esos megáfonos y altoparlantes repetidores de los fines y estrategia de esos cavernarios sectores ya descritos, no pueden ocultar, durante un largo trayecto de tiempo, el verdadero papel que desempeñan.

Y es entonces cuando quedan al desnudo y mostrando, sin pudor alguno, sus asquerosas desvergüenzas; que es, simple y llanamente, su condición inveterada de traidores; lo que, de paso confirma, que este papel de traidores y engañadores del pueblo y sus masas, es el que siempre, de manera deliberada y consciente, han desempeñado.

Sucede que muchas veces, estos traidores, como es el caso de la banda de traidores de los Juan Bolívar Díaz Santana, Huchi Lora, Marino Zapete y sus sirvientillos, como por igual sucede con Roberto Cavada, que es un gusano cubano, hechura, como él mismo lo confesara, de los jesuitas, desde Cuba; hechura en cuanto a mercenario y desalmado cagatinta y plumífero miserable; pero también hechura de los jesuitas y de la Iglesia Católica-Vaticano en cuanto a aberrado mariconazo; igual que el otro depravado al que jóvenes de Los Alcarrizos destriparon, dándole puñaladas a su gusto y desquite, según les viniera en ganas; lo mismo que la Mata Hari, la bizca endrogada de Alicia Ortega, que fuera plantada en el país por los grupos terroristas de la gusanera cubana de Miami, al servicio incondicional de la CIA y de los intereses más criminalmente tenebrosos del imperialismo yanqui y del de la Unión Europea, como de los grupos oligárquicos de toda América Latina y El Caribe. Grupos, como son el tristemente célebre “Alfa 66”, la Fundación norteamericano-cubana en el exilio, que son los dueños de CNN, siniestra agencia de desinformación y terrorismo mediático, como parte de los terroristas y asesinos de Posada Carriles, de Mas Canosa y compañía.

Pero, es sumamente importante conocer, que de esos papagayos, propagadores de los fines anti-dominicanos y anti-nacionales, y a la vez, empedernidos y obcecados pro-haitianos, hay elementos que utilizan el papel nefasto que, como crápulas y desechos amorales de la sociedad podrida, no se detienen para utilizar su nauseabunda y asqueante posición, para llevar a cabo la más espeluznante y aborrecible labor de centro coordinador, para orquestación de chantajes, a cambio de que, por vía de sirvientes suyos, gente que estuvo vinculada a actividades, hasta de narcotráfico, sean objeto de chantaje bajo la amenaza de la delación ante los cuerpos policiales y represivos.

Tal es el papel del rufián oportunista patrado, Esteban Rosario, que siempre ha sido miembro del cuerpo de espionaje de la Policía Nacional y del DNI; y que, como se recordará, para completar el libreto, asumía la postura del peripatético, que ventilaba su programa de pie y, manejando los nervios, caminando de allá para acá y de aquí para allá; y que antes -hace tiempo atrás-, colocaba grandes fotos de los rostros de famosos personajes, específicamente de Carlos Marx y otra de Albert Einstein, hasta que terminó, definitivamente, desenmascarado y como el más ridículo de los payasos. Y ya, claro está, no las usa, pero no deja sus mañas.

Ahora, se le pudo atrapar, en sus oscuras y tenebrosas relaciones criminales que mantiene, al irse de boca, resbalando en todas las mierdas que suelta por su boca, a la vez que confirma que, de gente baja y rastrera, como tan sucia, como esa alimaña que es Esteban Rosario, su peor castigo proviene de sus propias depredaciones, y casi siempre del instrumento de castigo suyo, que es su propia lengua.

Hace un tiempo atrás que un chantajista que estaba al servicio de Esteban Rosario, al que llamaban en esos medios del hampa “Cacaíto”, articuló, con fotos y otros elementos, un chantaje, por una fuerte suma de dinero, a un sujeto que quería retirarse de las actividades del narcotráfico y cosas por el estilo.

“Cacaíto” era el encargado de montar el chantaje, mientras que Esteban Rosario decía frases insinuantes y relativamente vinculantes con el blanco u objeto del chantaje.

En ese caso, “Cacaíto”, que ya había hecho varias llamadas al sujeto, poniéndolo al tanto del objetivo de sus llamadas, el cual fingió acceder a pagar la suma demandada por la mancuerna de “Cacaíto” y Esteban Rosario. Recuérdese que “Cacaíto” era fotógrafo y recogedor de informaciones para Esteban Rosario.

Y, combinado el punto de la entrevista y entrega, lo que el truhán de “Cacaíto” recibió, en vez de la sólida cantidad de dinero, fue una lluvia de disparos con una UZI, que es un arma ligera, que vino a sustituir a la famosa ametralladora Thompson de la Segunda Guerra Mundial.

Oímos y vimos entonces, a Esteban Rosario, con su condición de oficial de los cuerpos de espionaje y todo, virtualmente ensuciándose los pantalones con sus propios excrementos en plena televisión.

No obstante, cabe recordarse, que perro huevero no cambia ni deja su maña aunque le quemen el “jocico”. Y Esteban Rosario prosiguió su trayectoria de perro huevero, apoyándose, preferible y principalmente, en las actividades anarco-terroristas de los oportunistas del Falpo de Víctor Bretón y Fidel Santana; sobre todo con los segmentos del Falpo de Navarrete, Licey al Medio-Moca y Salcedo, Maconorte, o sea, Macorís del Norte.

Así resultó que, en vez de tomar conciencia del alto riesgo de muerte de las actividades de chantaje que tenía montadas con “Cacaíto”, que fue así ejecutado eventualmente, Esteban Rosario pasó a hacerlo a gran escala, usando como una mampara un grupo que proclamaba actividades sociales de reivindicación y luchas populares.

¿Cuántos chantajes han hecho?, ¿cuántos atracos han planificado y perpetrado Esteban Rosario y Victor Bretón? ¿Cuántos ciudadanos han sido muertos por dichas actividades?

Nadie puede eternamente delinquir sin terminar evidenciado. Porque, a todo cerdo gordo le llega su día de navidad o de año nuevo; igual sucede con el pavo con lo del pavo cebado, su día de gracia es esperado.

Resulta que el Falpo, a raíz de hacer erupción la cuestión de la conspiración internacional en la que los castristas, chavistas y anarco-terroristas guevaristas, junto a la legión de criminales y mercenarios del imperialismo, e instrumento ciego al mando central del cartel parasitario internacional, que es la Iglesia Católica-Vaticano, y que es ostentado, absolutista y despóticamente, por el apócrifo emperador, que es el alias Papa, que se proclama procónsul general, aquí en la tierra, del invento o entelequia que llaman Jesucristo; y que, ahora, el imperialismo yanqui ha puesto en esa posición a un alto miembro de la CIA, que es su alias Cardenal Bergoglio, que es jesuita, y que fue el consejero espiritual de los nazi-fascistas de la dictadura militar genocida argentina, principalmente de Jorge Videla, la parte argentina de Pinochet en Chile, procediendo a embestir contra la integridad de la nación quisqueyana y el Estado Nacional Dominicano, buscando entregárselos a las hordas salvajes de las tribus que componen al pueblo haitiano; una gran parte de los más aguerridos y fervorosos luchadores de los Falpo, no soportan que Víctor Bretón y la banda del trepador terrorista y asaltante de Fidel Santana, se sumaran, aviesa y vilmente, a la  conspiración contra la patria quisqueyana para entregarla a la destrucción de las hordas tribales haitianas; y decidieron darle las espaldas a Víctor Bretón, a Fidel Santana y al patrado-oportunista y oficial de los cuerpos de espionaje, Esteban Rosario; y pasar a actuar a favor de la lucha por la soberanía, la autodeterminación y la integridad territorial de la República Dominicana y su nación, sobre la que dicha República se erige.

Rechazaron, esos jóvenes y luchadores populares, el estereotipo diseñado por los imperialistas de la USAID-CIA y los cuerpos de injerencia de Francia, Inglaterra, Alemania, España y, en conjunto, de la Unión Europea, de que los dominicanos y los haitianos ocupamos un mismo territorio, que sería, supuestamente, que tenemos en común el territorio de la isla de Santo Domingo; lo que no es más que un prototipo de sofisma, en lo que son expertos los jesuitas precisamente.

Mentiras y falsedades presentadas como verdades, acompañadas de una hipócrita sana y buena voluntad. ¿Acaso alguien ha conocido un jesuita espiritualmente sano y portador de alguna buena voluntad? Absolutamente nadie. Los únicos jesuitas buenos son los que están bien muertos, y si no incinerados, profundamente enterrados, esto es, 7 pies bajo tierra; porque los jesuitas son leprosos morales, son sociópatas y sicópatas; y, éticamente, son amorales de carroña, o carroñeros.

Porque, ni geográfica ni físicamente es verdad que Haití y los haitianos, como la República Dominicana y los dominicanos, ocupamos como territorio común, la isla de Santo Domingo. Con esta perversa mentira, los jesuitas, a nombre del conjunto de monopolios saqueadores y expoliadores de las riquezas de nuestros pueblos, persiguen que los dominicanos aceptemos que se nos conculque, esto es, que se nos robe, y nos enajenen del elemento físico, geográficamente concreto, de la nación dominicana, que es la territorialidad, que es bien clara y precisa de 48 mil kilómetros cuadrados, desde Cabo Engaño a Las Lajas, o al Río Masacre, o sea, la frontera, y desde Cabo Beata a la punta extrema de la costa Norte, que es el Cabo Isabela.

Los dominicanos ni la República Dominicana tienen un ápice de tierras de Haití como nuestras posesiones.

Todos esos sofismas se los oímos, día tras día, vociferar a los Víctor Bretón, a los Fidel Santana y a Esteban Rosario; a los perrodé del hijo de la gran puta Rafael Hipólito Mejía y de Luis Abinader, hijo de corrupto y ladrón, por necesidad es tanto uno como lo otro, a ese crápula sodomita del tal Juan TH, cuya boca es cada vez más parecida a un amasijo retorcido de intestino. ¡Oh!, qué aberración paranoica homosexual la de esta alimaña y sabandija de Juan TH.

El sector de Navarrete y Santiago, que se le ha parado en dos patas a las actividades de terrorismo, chantaje, atracos y asesinatos de los Víctor Bretón, Fidel Santana y Esteban Rosario, quien es su vocero desde la televisión y la radio, hoy día está siendo chantajeado e intimidado, por esa fracción de banda del Falpo, para que vuelvan a su asqueroso redil contra-revolucionario y anti-patriótico.

Esos luchadores y jóvenes dan muestras de poseer los más altos sentimientos patrióticos, y se definen a sí mismos como caamañistas, que han sido utilizados para sus maquinaciones perversas por Víctor Bretón, Fidel Santana y Esteban Rosario.

La lucha política patriótica, franca y sincera, ha conllevado a que esos luchadores y jóvenes hayan sentido la necesidad de dejar a un lado el venenoso anti-pacoredismo, que los sectores que están más atrás de aquellas sabandijas les inyectaron, dada su falta de conciencia política y su bajo nivel ideológico-político.

Son esos elementos, Víctor Bretón, Fidel Santana, Esteban Rosario y Negro Veras, además de otros, entre los que, de seguro, aparece Radhamés García, que es un foquista-oportunista del espía doble Fidelio Despradel, y delirante anti-pacoredo, como anti-comunista por lo tanto; y todo el mundo sabe de sobra porqué, y las razones, que abundan en demasía, quienes articularon la infame acusación contra los jóvenes patriotas caamañistas de Santiago, de haber sido éstos quienes asesinaron y colgaron al haitianito que apareció en un parque de aquella localidad, con fines chantajistas y retorcidos. Pero, además, es bueno resaltar, que esa banda fue la que le hizo el coro al grupo o jauría de miserables plumíferos cagatinta, traidores a la nación y al pueblo dominicano, de los imbéciles clericales y agentes de la USAID-CIA, como de los jesuitas, que constituyen esa banda abominable, que es cada vez más evidente que merecen la muerte; porque, a todo traidor, al fin y al cabo, hay que fusilarlo. El traidor no cambia ni se corrige. El traidor es un leproso moral incurable, salvo que se le aplique la pena capital. Ahí están los Juan Bolívar Díaz Santana, los Huchi Lora, los Marino Zapete, la Roberta Cavada, la terrorista gusana y espía de la CIA-CNN Alicia -la triste- Ortega, como los Miguel Guerrero, Manuel Quiroz, los Juan TH, y sus ridículos cortejos de sirvientuchos de tercera y cuarta categoría.

Por ejemplo, el hecho de que Alicia Ortega -la espía y terrorista, cara de perra triste- llegara al extremo de abusar y violar las leyes de protección a los menores de edad, chantajeando y presionando para que el hermanito menor del motoconchista asesinado por haitianos dijera que él creía que eran dominicanos quienes lo habían matado, lo cual difundió junto con la banda de los traidores que encabezan los Marino Zapete, Juan Bolívar Díaz Santana, Huchi Lora, Roberto Cavada y comparsa, y le fuera llevado a la desacreditada Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), la que una vez más dio muestras de su falta de calidad jurídica y de respeto de las leyes y de la soberanía dominicana; prestos, y más rápido que inmediatamente, emitieron un comunicado condenando a los patriotas dominicanos, que sacaron, con justicia y razón, a los de las hordas haitianas de la comunidad Ortega, de Moca, donde vivía el asesinado dominicano.

Todo rufián y delincuente, el día menos pensado, comete un grave y fatal error en su oprobiosa actividad. Y este es el caso de Esteban Rosario, en el caso de una monstruosa aventura que se efectúa alrededor del asesinato, por una banda de narcotraficantes de Cotuí y Santiago, de la abogada Languasco de Puerto Plata.

Como se sabe, la Policía Nacional, a través de su Departamento de Investigaciones Criminales, fue sobornada, y puso en libertad, para que huyera, al comprobado cabecilla, autor principal del asesinato, tortura y violación de la abogada puertoplateña Languasco.

El taxista que la había trasladado desde Puerto Plata a Santiago, había dicho el sitio a donde la había trasladado, calle y número de la casa, e incluso condujo a los policías del Departamento de Investigaciones Criminales, directamente al sitio.

Así, detuvieron al hoy prófugo, autor físico e intelectual principal del monstruoso asesinato; y, bajo la peregrina coartada, que huele a soborno y a mega-corrupción policial, decidió que no había indicios de sospecha siquiera; y le dijeron: huye, vete y no te pares, que nosotros vamos a retardar la investigación, dándote tiempo para escapar.

Pero, como el padre de la asesinada y ultrajada, el señor Languasco, no se metió la lengua en el trasero, sino que denunció la complicidad policial a favor de los asesinos, el informe policial que se extravía y, sorprendentemente, fue acogido de manera desaprensiva por la flamante Procuradora Fiscal de Santiago, pintaron un cuadro de la víctima asesinada como lo peor.

Y, por su parte, esa crápula, inmundicia, rufián, escupitajo de tuberculoso, oportunista patrado, anti-comunista y anti-pacoredo, espía, chantajista, terrorista, y autor intelectual de muchos atracos y asesinatos llevados a cabo en Santiago, de Esteban Rosario, en el mismo día en que se elaboró el expediente festinado, sacó copia completa del mamotreto, sólo para despotricar y lanzar lodo sobre la infeliz mujer asesinada. Y lo hacía desafiante.

Pero si Esteban Rosario creía que en Santiago nadie se atrevería a enfrentarlo y denunciarlo, en su profunda y podrida condición de rata de cloaca y de los más inmundos albañales, he aquí la prueba contundente de que estaba equivocado una vez más.

Sólo nos resta repetir los versos de aquel poeta, mártir de Guatemala, denunciando a los traidores a la patria que dicen:

“¡¿Cómo mujeres pueden parir semejantes monstruos despreciables?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo?!”

 

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