Pobres diablos Ariel Suero y Zenén Caba vapuleados por el gobierno pepegatos

 

Al infeliz y pobre diablo Ariel Suero, Presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Rafael Hipólito Mejía lo convirtió en un “puching-bag” de Kick Boxing, en lo que se golpea con brazos, codos, puños, pie, rodillas, piernas, cabeza y hasta se muerde, y como bien celebraron los genuflexos cagatintas de la prensa amarilla como Manuel Jiménez y Orlando Gil, aunque no le mentó su madre, sí le recordó la catadura de Negro Suero, un chivato y criminal sádico que en los 12 años de la dictadura yanqui balaguerista, después de una trayectoria de muchos crímenes en la dictadura de Trujillo junto al padre de Milton Peláez y el de Cabito Gautreaux Piñeyro, el nombrado Julio Gautreaux, alcanzó el máximo grado de criminalidad bajo ese negro período de la dictadura de los 12 años de la sabandija y tirano alimaña Joaquín Balaguer.

Pero eso no fue obstáculo para que Ariel concurriera al programa de televisión del “Diario Libertino”, que es propiedad de Arturo Pellerano, donde Orlando Gil, como un verdadero aberrado, lo entrevistaron sonriente y como si nada hubiese dicho, junto a Adriano Miguel Tejada, que ciertamente actuó con comedimiento y mesura.

Pero lo que no le perdonamos a Ariel Suero es que se callara como un perrito faldero con el rabito entre las piernas frente a Rafael Hipólito Mejía al que insistimos, desde hace 4 años, hay que dale un ejemplo con todo y todo ser dizque Presidente del país. Pero, ¿qué moral tiene Rafael Hipólito Mejía para despotricar, aun fuera verdad lo de la naturaleza incalificable y de hiena de dos patas de Negro Suero, el padre de Ariel y del mismo fiscal actual de Barahona, o acaso el padre de Rafael Hipólito Mejía no fue tan o más trujillista y chivato de la dictadura de Trujillo como lo fue Negro Suero?

Y es el mismo Rafael Hipólito Mejía quien, siendo ahijado del dictador infernal, lleva el nombre de Rafael en honor a quien trató de imitar intentando, inescrupulosa e inmoralmente, reimplantar la era de culto hacia esa figura grotesca y archi-criminal que es Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Pero tampoco debió escurrir el bulto el señor médico Zenén Caba, quien habiendo sido chivateado ante Rafael Hipólito Mejía por su colega César Mella de estar vinculado a los pacoredo, cuando en realidad es un seguidor de Rafael Flores Estrella, no quiso defender ni externar su posición cuando Rafael Hipólito Mejía le dijo “Y usted camarada, ¿no tiene nada que decir?” Zenén Caba debería buscar al bandido de Cesar Mella y darle cuando menos tres buenas pescozadas para que, aunque cotorra vieja no aprende a hablar, se acuerde de su infamia hasta el día en que se muera.

Si a Rafael Hipólito Mejía cuando desde el cargo de Presidente se desboca pretendiendo aplastar a quienes tratan con él, éstos lo hubieran puesto ahí mismo y públicamente en su puesto, hace tiempo que hubiese dejado el hábito sádico de abusar de sus interlocutores.

Rodríguez Soldevilla quiso darle la pela a Ariel Suero envalentonado por lo hecho por Rafael Hipólito Mejía contra Ariel Suero no siendo éste capaz de reaccionar y mandar al mismo y en el mismo Palacio de gobierno, para casa del mismo carajo.

 

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