La sociedad demanda que desfalcadores de bancos y el hampa palaciega respondan por sus fechorías

 

Se ventila y se demanda que los responsables y participantes, o sea, los protagonistas del crack, bancarrota y quiebra de tres de las instituciones catalogadas entre los cinco más importantes bancos sin contar con el Banco Central, sean efectivamente y verdaderamente encausados judicialmente y que al fin y al cabo paguen ejemplarmente su monstruoso delito de fraude y estafa a los depositantes y ahorrantes en esas instituciones quebradas, que son en orden de importancia el Baninter, Bancrédito y Banco Mercantil.

En sus inicios el gran escándalo que significó el hoyo o tronera de Baninter, contó con las denuncias y críticas públicas de los más diversos sectores de la vida política y gubernamental. El asunto adquirió su verdadero demoledor alcance cuando, sin pérdida de tiempo, tras ser apresado Ramón Báez Figueroa y dos de sus más cercanos colaboradores, e indudablemente conocedores de todos los pormenores e intríngulis de los manejos propios de traqueteros que se venían efectuando en Baninter y por Ramón Báez Figueroa desde hacía cerca de 20 años atrás, los más sobresalientes y destacados dirigentes de los corrup-partidos del sistema, concurrieron a expresar su apoyo, poniéndose como se dice donde su capitán bancario los viera, a Ramón Báez Figueroa, descendiente por vía de su padre, Báez Romano, del ennoblecido por obra y gracia de la Iglesia Católica, S. A. delincuente y aventurero Buenaventura Báez, quien fuera en el siglo XIX innumerables veces Presidente del país, e hijo bastardo del cura Sánchez Valverde y la esclava negra Malatesta o Malateta, sin la s, que trataba de endulzar tan dura expresión de carácter indudablemente despectivo.

Lo de que desfilaron los de la plana mayor de los corrup-partidos del sistema corrup-PRD, corrup-PRSC y corrup-PLD, incluido de manera muy especial el actual Presidente electo Leonel Fernández Reyna, por ante Ramón Báez Figueroa preso, y de ahí pasar a su defensa pública a través de la corrup-prensa amarilla, así como a poner en movimiento a los círculos de presión secretos o encubiertos buscando favorecer a Ramón Baez Figueroa, fue lo que más dimensionó hasta un nivel bastante real, a su verdadero alcance y magnitud, ya que era indudable que todos esos corrup-partidos y sus respectivas planas mayores, sin excepción, estaban involucrados y eran parte activa y beneficiaria de la estafa, el fraude y el abuso de confianza que desde Baninter llevaban a  cabo Ramón Báez Figueroa y su banda.

Ya la franja del hampa política que desde el Poder representó Rafael Hipólito Mejía estaba de antemano involucrada, con todo y su total familia como esposa, hijos e hijas, sobrinos, hermana, cuñados y demás escalones y eslabones de la interminable cadena de lo que hemos llamado la sagrada familia hipolitiana, que incluye hasta al Arzobispo manos largas de la Diócesis de San Juan de la Maguana, José Dolores Grullón, como uno de sus flamantes y más conspicuos integrantes.

Ahora que Rafael Hipólito Mejía y su hampa gubernamental se van del Poder, los representantes no ya diplomáticos sino de la recolonización que instrumentan Estados Unidos, España, Canadá, Francia, la Unión Europea, Italia, Alemania e Inglaterra, como Hans Hertell, la directora de la AID, la Figa López, Miguel Amado, Moyret de Francia y demás siniestros jinetes apocalípticos, éstos reclaman que se dé un ejemplo de justicia con todos los involucrados en el crack financiero de Baninter, Bancrédito y Banco Mercantil, que más bien equivale al hoyo hecho por una descomunal bomba termonuclear.

De hecho, en el fraude están involucrados como actores delictivos de primera fila tanto Rafael Hipólito Mejía, Presidente saliente, como Leonel Fernández Reyna, Presidente entrante, las altas instancias jerárquicas católicas, sobre todo aunque no únicamente, el cardenal Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez y un hombre de confianza del Opus Dei en el país que es Alvarez Renta, mafioso globalizado, en cuyo jet privado se ha desplazado en sus viajes internacionales el flamante Cardenal Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez, pero también inclúyase como parte de la gran asociación de estafa de Baninter, Bancrédito y el Mercantil, por lo menos a 199 generales de la suma total de 200 que de los aparatos militares y policiales se echa encima este atribulado país.

No cabe la menor duda de que los que camuflajeados como diplomáticos para llevar a cabo una labor de cónsules imperiales, avasallando en forma tan grosera como impúdica la soberanía nacional de República Dominicana exigiendo que los tribunales secuestrados de la Judicatura dominicana actúen y castiguen a los responsables de este descomunal escándalo que, aunque con tres cabezas comprobadas, y esto porque ha estado presente el interés en preservar la credibilidad en el podrido sistema, están movidos por un llamativo marcado interés en que se compruebe que son todas las instituciones políticas, estatales y sus funcionarios, tanto civiles como policíaco-militares, todas las instancias de las clases dominantes y sus mentores eclesiásticos, católicos y protestantes, los que están involucrados hasta el tuétano de sus huesos en actividades de mega corrupción.

Mientras el hampa politiquera de los tres corrup-partidos, el corrup-PRD (Rafael Hipólito Mejía sobre todo), el corrup-PLD (Leonel en primer lugar) y el corrup-PRSC (aquí todos por igual desde Guaroa Liranzo hasta los de la acera contraria), quieren que el asunto se detenga, nosotros y el país que es desafecto a un sistema que aplasta a todos, queremos mantener en alto la demanda de que se castigue a los culpables y se esclarezcan hasta sus más profundas raíces y ramificaciones estos hechos fraudulentos que retratan en forma viva lo podrido que están quienes son en realidad los círculos, clases y sectores dominantes de este país.