La historia real del reciente escándalo de fraude, tráfico de influencias e impunidad en que están envueltos Rafael Hipólito Mejía y su facción del PRD conocida como los PPGatos, así como el grupo militar del actual Secretario de las FF.AA., Soto Jiménez, y el mismo Baninter y su Presidente, Báez Figueroa, aunque carente de originalidad por sus múltiples facetas, bien puede ser el argumento de cualquier película, si es que acaso no fue extraído de uno de sus programas de fraude y antifraude que se comercializan rutinariamente a través de revistas y hasta del mismo internet.

Nuestra redacción y los datos de nuestro equipo de investigación arrojan un balance en donde las tres figuras protagonistas centrales del triángulo fraudulento serían Rafael Hipólito Mejía, Soto Jiménez y Báez Figueroa.

El funesto personaje Pepe Goico en realidad es un peón escogido tanto para armar en forma práctica el tinglado, como dada su odiosa imagen, para ser sacrificado en este asqueante drama de circo, millones y pan.

Pepe Goico, desde siempre, ha hecho carrera dentro de las FF.AA. como especialista en materia de espionaje, que es la verdadera función, a menos que no sea la de los programas de exterminio y asesinatos de opositores políticos al régimen de turno o al predominio de los EE.UU. en el país y en desmedro de la soberanía nacional.

Desde sus años de la primera adolescencia, etapa que se conoce como de la niñez-adolescencia, el tal Pepe Goico fue la típica figura que, conforme su conducta desde su etapa de estudiante, puede catalogarse de un anti-social, consentido por su madre que, como se sabe, mantuvo una conducta propiamente escandalosa en cualesquiera de los sentidos que se le quiera dar al término o a la frase vida escandalosa. A su vez, ella era hija de una connotada figura de los calieses o soplones de Trujillo, conocido como Lolón Guerrero.

De su padre, Julio Alfredo Goico, que se había visto forzado al divorcio por uno de esos escándalos de la que hasta entonces fuera su esposa, Pepe Goico habría usufructuado tanto el poder económico como la impunidad de los Goico dentro del régimen de la dictadura, pero Pepe no se crió con Julio Alfredo, sino con Gloria Guerrero.

Ya se conoce de sus fechorías y rufianerías en lo de los fraudes a la Lotería Nacional junto con el clan Antún Batlle y el haitiano Mazourka, que venían efectuándose no sólo en el área de la Lotería Nacional, sino en casi todas las esferas de la filantropía y la beneficencia desde y a través de la Cruzada del Amor, que lidereaban las hermanas del tirano-alimaña, sobre todo las nombradas Enma y Laíta.

Con ese dinero multimillonario eran suplidos en forma abundante los clanes políticos y militares que hacían carrera alrededor y bajo la sombra del tirano-alimaña y el “mecenazgo” (entre comillas) de la tristemente célebre organización filantrópica-cristiana, como bien lo refleja su nada loable nombre, “La Cruzada del Amor”.

Pero así, ya cuando el tirano-alimaña Joaquín Balaguer cumplió su último medio período, que se cerró en el 1996, la Lotería Nacional, igual que las empresas Corde, estaban nada menos que exhaustas, con el agravante de que el nuevo período de la política económica imperialista del neoliberalismo estaba en marcha a todo vapor, lo que condenaba tanto a la Lotería como a Corde y sus empresas al colapso que hoy ya todos conocemos.

II

Ese aparato ha existido desde el período de los 12 años, y ha tenido diversos integrantes, pero sus actividades no cabe duda que han sufrido variaciones, siempre dentro del marco de su innegable carácter gangsteril y depredador del Estado y la sociedad dominicana.

Recuérdese lo de la fortuna del general Enrique Pérez y Pérez que comenzara con el apoderamiento de la industria textil del judío ciudadano norteamericano Carter, quien apareciera muerto, sin que nunca se establecieran las causas de aquel hecho, aunque se propalaran las informaciones por trasmanos y bajo cuerda de que en las actividades de las Industrias CACEN y del judío Carter había asunto de drogas.

Durante todo el curso del período de gobierno de Leonel Fernández, Rafael Hipólito Mejía se mantuvo recibiendo de parte del equipo de espionaje de Pepe Goico y los Antún Batlle, cintas grabadas no sólo de funcionarios gubernamentales, sino de los sectores de banqueros e industriales, altos oficiales militares y policiales, lo mismo que fruto de intervenciones telefónicas de sus contrincantes y de los miembros de su grupo dentro del mismo PRD, así como de lo que se ventilaba tanto en las áreas del PRSC como del PLD.

Tras el triunfo del PRD y de Rafael Hipólito Mejía en el 2000, Soto Jiménez es nombrado Secretario de las FF.AA. y éste entroniza a los altos oficiales de su grupo en los mandos de las FF.AA., pero Díaz Morfa prefiere adoptar una posición hasta cierto punto intermedia entre el grupo que adversa en forma intransigente a los del proyecto político-militar de Soto Jiménez.

Pedro de Jesús Candelier termina más bien alineado con Díaz Morfa, pero tal vez más radical en su adversión a Soto Jiménez, y vinculado al grupo de San Isidro, entiéndase Fuerza Aérea Dominicana, que es donde se nuclea la fuerza principal que rechaza a Soto Jiménez y sus procedimientos, además de que están conscientes de que sólo por privilegios, igual que el bonitillo ex Jefe Policial Sanz Jiminián, ostenta ese alto rango, ya que ni siquiera pasó los exámenes de la Academia Militar de Las Carreras, tal y como se lo enrostran sus adversarios.

Soto Jiménez se propone enganchar a Pepe Goico en las FF.AA. y, sobre todo, engancharlo al lado de Rafael Hipólito Mejía para fines ulteriores.

Del mismo modo se lo pone al servicio de Báez Figueroa para fines de espionaje e intervención telefónica, ya que no sólo Frank Cabral trabaja en esos menesteres, sino que dedicado a ello hay muchos grupos y especialistas en el país.

Soto Jiménez le había dicho a Rafael Hipólito Mejía: “Te quiero presentar al hombre que grababa las cintas”, hasta que lo logró, no sin antes tener ciertos percances, cuyas informaciones se podrían encontrar en la prensa amarilla, como incidentes en los que Pepe Goico fuera sacado de la casa de Rafael Hipólito Mejía en los primeros meses de establecido este gobierno.

Rafael Hipólito Mejía hizo sus proyectos para con Pepe Goico.

Soto Jiménez ya tenía sus proyectos con este mismo pintoresco personaje.

Y ahora Ramón Báez Figueroa se había inquietado, por su parte, a hacer otro tanto para sus propios fines, no sólo bancarios y financieros, sino también en torno a su proyecto político-presidencial.

De antemano la suerte de Pepe Goico se sabía que no sería otra que la del cuento del gollejo luego de exprimido el limón, o la de matar al burro después que saca el agua del pozo y ya no se necesitará más.

Lo que no estaba decidido era el momento, el día, la hora, la coyuntura más propicia y provechosa para los que manejan los hilos de su destino, los de Pepe Goico y de otros, como si se tratara de simples muñecos del juego de títeres, se decidieran al sacrificio.

Pero al parecer a Pepe Goico le llegó su hora con las circunstancias del alza desmesurada de la prima del dólar, que en esta semana parece que pasará del 21 x 1; con la consiguiente devaluación del peso dominicano, que hace rodar su ya precario poder adquisitivo por los suelos; con los atropellos y estafa de las distribuidoras de energía eléctrica a través de la facturación exagerada y abusiva contra la ciudadanía; con la estrepitosa caída de la Zona Franca y del Turismo, así como el índice de desempleo, que alcanza niveles nunca vistos; la hora de Pepe Goico se ha hecho presente con el fracaso y descrédito descomunal del gobierno y su figura central, que es Rafael Hipólito Mejía, con su política de endeudamiento a todo dar tanto en el exterior como metiéndole mano a los fondos de los ahorrantes y depositantes en los bancos nativos; con la falta de atención médica en los ex hospitales públicos, en fin, digamos que el momento de tener que sacrificar a Pepe Goico para aligerar la carga en la marcha de Alí Baba y sus 40 Ladrones, ha llegado junto con el panorama de colapso total del sistema capitalista y su modelo neoliberal y el creciente descontento de las masas expresado en las cada vez más diversificadas e intensas protestas populares.

Parece que los ideólogos políticos, militares y financieros de Rafael Hipólito Mejía decidieron dar inicio a un nuevo circo gratuito para el pueblo, ya que el Circo Imperial Chino que nos visita, es demasiado caro.

En efecto, estamos ante el nuevo circo político, con matices netamente de actos de distracción o de carácter diversionista, para que la gente tenga en qué entretenerse.

Báez Figueroa se había cuidado de tener no sólo a Pepe Goico, sino como funcionario del banco al nombrado Alberto Sebastián Torres Pezzotti (hijo del informante del DNI, el corredor de campo y pista, el “Gringo” Torres, ya muerto).

Había que tener una coartada ante las compañías aseguradoras de que se trataba de un fraude, y esto no es posible si no hay un funcionario interno implicado en el asunto. Y para eso ahí estaba el Capitán de Fragata Alberto Sebastián Torres Pezzotti, que fungía en el Baninter como Gerente de Suministro, Activos Fijos y Telecomunicaciones.

Alberto Sebastián Torres Pezzotti es un oficial de confianza por parte del DEA norteamericano, y se dice que su trabajo era ubicar a los distintos oficiales dentro de los cuerpos armados nacionales que calificaran para ese tipo de trabajo, que hasta cierto punto es de deslealtad hacia el país y con relación a sus mismos compañeros de armas.

El infeliz como lastimero expediente que aportan los investigadores de la Secretaría de las FF.AA., que es el autorizado por Rafael Hipólito Mejía, y que fuera hecho así en forma deliberada, sólo ha contribuido a levantar sospechas y a la creación de un vasto movimiento de suspicacia en torno al expediente, que ha permitido poner al descubierto que el sistema judicial está corrompido no sólo a nivel de los jueces, sino de los fiscales y, sobre todo, de la Procuraduría General de la República, que ostenta el viejo militante oportunista cuyos combustibles no son otros que el iletrismo contumaz y las bajas pasiones que desde joven permitieron definirlo en su época de estudiante universitario, dada su tosquedad y su simplismo mental o psico-cultural, como un onagro, que es una especie de burro prieto salvaje existente en los desiertos africanos.

Aunque el infeliz oportunista Virgilio Bello Rosa quiera lavarse las manos como la mitología y las leyendas de camino le atribuyen a Poncio Pilatos, no ha logrado ni logrará convencer a nadie de que él está al margen de la estafa criminal contra el Estado. La verdad es que este pobre hombre, oriundo de un campo lejano de la provincia de San Francisco de Macorís, emparentado con círculos de militares y policiales asesinos de los 12 años, por más esfuerzo y empeño puesto de su parte, no ha podido ocultar ni hacer olvidar su falta de lustre aunque no de ambición ni de inescrupulosidad, y a los que les atrae la filología o la lingüística argumentan que un hombre que silbe o casi pite las “s” al final de las palabras, en el medio de éstas o a sus inicios, como lo hace Virgilio Bello Rosa, no se explica cómo puede haber pasado por las aulas universitarias y que lo de las deficiencias de la UASD, en Virgilio Bello Rosa, se comprueba que vienen desde la década del mismo ’60.

El Fiscal del Distrito Nacional, el nombrado Aristy Caraballo, es un oscuro abogaducho de Higüey, la tierra de los más burdos reaccionarios terratenientes y de la Iglesia Católica, en especial de sus recalcitrantes altagracianos, donde operaran los Tadeo Guerrero, pero de donde provienen personajes como Luis Julián Pérez, Oscar Valdez, el ex cura (aunque entre esos ensotanados se dice que maña vieja no se olvida ni se borra) Zenón Castillo de Haza, que siendo cura activo era cabecilla del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), y a quien no le tembló el pulso para limpiarle el pico a un hermano suyo de padre y madre, últimamente asesor del pintoresco, también higüeyano, Amable Aristy Castro, tanto cuando era senador como ahora en sus correrías en la Liga Municipal Dominicana, asaltada con la complicidad de Leonel Fernández y el apoyo del tirano-alimaña que, aún desde el sillón al que estaba pegado como una calcomanía en sus últimos días de su azarosa existencia, utilizaba, o bien operaba por ley de la inercia psíquica para hacer tramas y urdir canalladas, que fuera lo que llevara a cabo hasta su muerte desde el día que tuvo uso de razón.

El fiscal Aristy Caraballo, entendemos que sabe mucho de ese tipo de expediente, ya que, según sabemos, sobre él pesa uno de ese carácter en la provincia de Salvaleón de Higüey.

La verdad es que si no se hubiese conformado la perspectiva junto a una realidad de connotaciones de tanta gravedad, difícilmente se hubiese creado el escándalo que envuelve y ahoga a todo el entorno de Rafael Hipólito Mejía.

Lo de la Fiscalía calificando el expediente de correccional en busca de que Pepe Goico sea puesto en libertad bajo fianza, lo cual no cabe duda que puede producirse de un momento a otro, es lo más probable que termine teniendo connotaciones devastadoras que hasta arrase con el gobierno de Rafael Hipólito Mejía y deje muy mal parada la gestión del oficial del FBI puertorriqueño que, a título de Gobernador, nos tiene nombrado como su Embajador en el país George W. Bush, es decir, nos referimos a Hans Hertell.

Pero quedaría mostrenco nuestro estudio del caso si ocultáramos que en el affaire escandaloso y fraudulento que comentamos, están envueltos los Antún Batlle, tanto Tete, socio de Pepe en lo de la Lotería, como Quique Antún, quien, al igual que el también precandidato Estrella por el PRSC, son de hecho, o sea, eventualmente, rehenes tanto de Rafael Hipólito Mejía como de Ramón Báez Figueroa, si atendemos al monto en muchos millones de pesos que por concepto de hipotecas de bienes inmobiliarios como préstamos vencidos y no honrados, tanto uno como el otro, tienen pendientes con Baninter, y que dependen de la generosidad para con ellos del padrino Rafael Hipólito Mejía.

Se trata pues de que lo del fraude de Baninter, ha sido desatado por las denuncias de “jabladores”, como bien dijera Rafael Hipólito Mejía, que viven metiéndose en las cosas sucias hacia el seno íntimo de la banca. Y que jamás se olvide la gran sabiduría filosófico-práctica que encierra aquello de que la mierda, mientras más se bate, más hiede.