Sólo un imbécil oportunista puede decir que en el país hay libertad de prensa

Este canto de lacayo, ha llegado al colmo de la estupidez de atreverse a afirmar que en este país hay "libertad de prensa", y que son aislados los gestos de intolerancia que con respecto al ejercicio de la libertad de prensa se producen.

Sólo un guanajo o pedazo de ñame con saco y corbata como Oscar López Reyes puede tener la osadía de decir que en República Dominicana las imprentas, las casas editoriales, las emisoras de radio y las plantas de televisión no pertenecen a una clase y sólo a una, que es precisa y exactamente la burguesía.

El hecho de que haya tanto una acumulación como concentración de dichos medios en manos de una clase, que es la más importante clase de explotación y opresión sobre el pueblo y el país, y que es dueña de todos los medios de hacer prensa, descarta de plano que la población ejerza o pueda ejercer su derecho de la libertad de prensa y de libre expresión y difusión del pensamiento. Y siendo así, no cabe duda de que el sujeto ese al que llaman Oscar López Reyes, actuó y se retrató de cuerpo entero como un lacayo vendido en cuerpo y alma para vergüenza de la libertad de prensa y del pensamiento.

A estas situaciones reconcentradas de pusilanimidad e indecorosas han llevado la falta de moral y de conciencia popular a los profesionales del periodismo que tras un ejercicio mercenario y amarillista del periodismo son peores enemigos de la libertad que cualquier guardia o policía, y esos periodistas, verdaderos mercenarios de la pluma o cagatinta, son los que escriben para la radio, la televisión y la prensa escrita con el objetivo exclusivo de desinformar a la gente y en favor de la creación de una falsa y amañada opinión pública conforme los intereses gubernamentales, al lado del crimen y la opresión así como cómplice -como Judas- de la más salvaje y bestial explotación.

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