Por lo menos Rafael Hipólito Mejía denuncia a dos rufianes de la prensa amarilla

 

En un espasmo que nos satisface y alegra, Rafael Hipólito Mejía se atrevió a poner al desnudo la sucia catadura como lengüíferos intrigantes y mercenarios venales de los nombrados César Medina y Puello Báez.

De Medina ha evidenciado que siempre fue un agente de los Servicios Secretos por vía de Neit Nivar Seijas, y el otro se sabe que siempre ha sido confidente del DNI y mercenario de los círculos más criminales e inmundos de la dictadura trujillista en San Cristóbal, que viven y siempre han vivido de las arcas del Estado.