Breve respuesta al Cardenal y a la Pastoral sobre el cuento del satanismo

No existe dios ni Satanás ni Zoroastro ni Moloch

No existe Jehová ni el diablo ni Alá ni su profeta

 

Zeus, deus, dios, Jehová, Alá, son sólo invenciones de los hombres.

Como no hay profetas ni profecías, Mahoma ni Cristo.

Tampoco existe Satanás, el diablo, belié belkan. Son puro cuento. Todo esto es también creación de los hombres.

Paraíso ni infierno y mucho menos purgatorio. También son creación del hombre.

Las religiones son, hoy por hoy, un gran negocio para las clases dominantes.

Y como se trata de cosas imaginarias, a la luz de la razón y los hechos nadie puede ser perseguido por sus creencias. En dado caso, a nombre de dios, Jehová, Cristo, Alá o Mahoma, si no de Zoroastro, se han sacrificado, asesinado y torturado millones y millones de seres humanos. Serían entonces esos supuestos dioses los reales Satanás. Y son ellos los que inmolan inocentes.

La llamada Carta Pastoral de los vivos obispos adoradores de Cristo inventado por el gran farsante que fue Saulo-Paulo, en contra del llamado satanismo y del culto al ser mitológico Satanás, Belsebú o diablo, es otra artimaña más para seguir esos obispos y los religiosos viviendo parasitariamente a costa de la ignorancia de los pueblos y financiados por los ricos.

Ahora, con esa superchería suya, buscan imponer la eliminación de la libertad de culto y de creencias.

Que se le ponga fin al Concordato y al Vicariato Castrense y los curas y obispos, pastores y presbíteros, que bajen el lomo y trabajen para que vivan del sudor de su frente.