Nueva directiva de la AMD parece marcar la desactivación gremial y el inicio de su colaboración con privatización y males globalización

Con la elección del nuevo grupo que pasará a dirigir los intereses de la AMD parece que la historia en esos predios ya arribó a su fin. Pero como todo fin en esta vida no es más que el inicio de un nuevo ciclo y formas, en realidad se está en el inicio, en el área de la AMD, de su nueva historia, al lado a la franca y sin reparo, de los apologistas, colaboradores y alabarderos de la globalización y la privatización de la medicina, con la consiguiente acentuación de los males y sufrimientos de las masas empobrecidas de la población.

La pregunta obligada que se desprende de esto es ¿en qué podrá salir beneficiada la masa de médicos de esta nueva aventura?

Durante el último conflicto entre la AMD y el gobierno, donde la directiva del gremio médico era encabezada por los señores Ariel Suero y Fidel Mejía, se incluyó entre las demandas la de la oposición a la desarticulación de la asistencia (pública) gratuita médica en los hospitales del Estado, lo que indudablemente repercutiría en garantizar para el gremio la singular simpatía de la población a las demandas del susodicho gremio médico.

Sin embargo, no sólo que Ariel Suero y Fidel Mejía se empeñaron en silenciar por completo la denuncia de la privatización de los hospitales públicos, sino que además, callando la carencia total de materiales en los hospitales públicos hasta para los primeros auxilios o casos de extrema urgencia, enrumbaron sus propuestas de alzas salariales frente al gobierno de Leonel Fernández-Pálido por el escabroso camino de la componenda y la colaboración con el gobierno en sus planes de atosigar con impuestos fiscales a la población y traspasando a las espaldas de ésta el costo directo de sus alzas salariales.

Ariel Suero y Fidel Mejía, pertenecientes ambos a la línea del rufián Queseyoqué Espinosa y Esteban Díaz Jáquez, de la logia del latrocinio llamada Patrado, no se detuvieron ahí, sino que acentuaron otros muchos rasgos negativos y perjudiciales para los médicos y el futuro de los centros hospitalarios públicos del país y, en consecuencia, contra la población, acentuando tal vez de una vez y para siempre la separación entre la AMD y el pueblo. Sobresale el hecho de que la AMD de Suero y Mejía concluyó de paños y manteles con Tatica la Mocanita y su macro corrupción en su triste paso por la SESPAS.

Del mismo modo, a partir del entendido entre la directiva AMD y el gobierno que excluyó de un todo el equipamiento y el reclamo de dotar de recursos a los hospitales públicos, pasó a imperar la más olímpica indiferencia de parte de la directiva AMD respecto a la situación de los hospitales públicos que, como en el Moscoso Puello, los médicos por propia iniciativa se vieron precisados a desplegar un movimiento huelguístico que se mantuvo por varias semanas debido a la total ausencia de condiciones ambientales y sanitarias para el precario funcionamiento de ese centro hospitalario público.

Otro tanto aconteció con el Padre Billini, en el que luego de una de las acostumbradas remodelaciones de este gobiernucho, la planta física quedó afectada de vicios de construcción que hacen imposible el funcionamiento del centro hospitalario, además de la carencia de personal y, como siempre, de equipos y medicamentos.

Sin embargo, los señores "líderes" de la anterior directiva parece que estaban en el limbo o de paseo por Europa y Cuba o los EE.UU.

Parecería que ya es suficiente para poner de relieve la real función de esa pasada directiva que tuvo la oportunidad no sólo de lograr sus objetivos sin contraponer la AMD a los intereses de la población y sin tener que hacerle el coro a los programados paquetes impositivos que persiste el gobierno neoliberal en pasar a como dé lugar, errada y perjudicial actitud que ha de tener perniciosas consecuencias para el gremio y la gente del pueblo en general, sino que además sirvió para acondicionar el terreno para el giro hacia el neoliberalismo, la globalización y la privatización en cuyos brazos luce entregada ahora mismo la AMD.

No seríamos justos si antes de concluir no mencionáramos la condenable actitud cuasi pusilánime de la directiva de Ariel Suero y Fidel Mejía ante la malsana campaña que vienen desplegando, con fines inconfesables, el grupo de agentes de la peor calaña que asaltó la rectoría de la UASD, encabezado por un tal ingeniero Rosado y el conocido rufián oportunista de siete suelas Roberto Reyna. Esa nefasta campaña tiene por núcleo desacreditar todo lo que atañe y concierne a la UASD.

Y como tal, afecta y desdice de la Escuela de Medicina, lo mismo que de la de Odontología, Análisis (Bioquímica), etc., así como de los profesionales que de allí egresan graduados y que en el caso de los médicos constituyen el grueso de las filas de la AMD.

¿Por qué Ariel Suero y Fidel Mejía, tan dados a la TV y a los periodistas amarillos, se metieron la lengua en sus fondillos y ni siquiera salieron en defensa, en los estrictos marcos de la verdad y los hechos, de por lo menos la Escuela de Medicina de la UASD y de sus egresados?

Aquí se sabe que de todas las escuelas de Medicina, lo mismo que de las de Odontología, la UASD no tiene nada que envidiarle a ninguna otra escuela de Medicina de las universidades privadas.

¿O es que la suerte ni el destino de la UASD y su Escuela de Medicina incumbe a la directiva de la AMD ni a directivos del tipo Ariel Suero y Fidel Mejía?

Tal vez Ariel Suero tenga sus vínculos y razones que emanen de éstos que justifiquen su indiferencia al respecto, pero un salta-patrá hijo de un listero de un campo de caña como es Firito (Fidel) Mejía, la actitud había de ser otra. Pero es tanta la infamia escrita en una interminable trayectoria oportunista semejante a un viacrucis eterno que, al fin y al cabo, una canallada más da igual.

Ahora bien, parece que ni a Ariel Suero ni a Fidel Mejía les importa o tal vez les agrada que los mercenarios cubanos titulados como "médicos" estén operando desde los hospitales públicos, en donde se autoerigen en nueva institución con autoridad para dar examen de convalidación de materias o nivel de capacidad a los médicos generales dominicanos, resultando muchas veces que esos médicos cubanos carecen del más mínimo nivel científico, siendo en cambio verdaderos chapuceros con ínfulas de sabelotodos.

Mientras tanto, ¿dónde y en qué estuvo ocupada la dirección saliente de la AMD? En realidad, todo esto es sumamente doloroso y lamentable.