Las continuas rebatiñas entre los que monopolizan el Poder del Estado y lo colocan al servicio de sus desaforadas ambiciones personales
 

Las continuas rebatiñas internas que escenifican tanto el Poder Ejecutivo, con sus actuaciones atolondradas y parcializadas a favor de los sectores más recalcitrantemente reaccionarios y explotadores como privilegiados y parasitarios a costa del país y del pueblo dominicano, como sus distintos funcionarios, de una misma como de diferentes áreas o círculos de actividades oficiales, tal cual ilustra a la perfección el dime y direte, o pleito de gato y perro, que escenifican, el Secretario de Interior y Policía, el nombrado Franklin Almeyda Rancier, de un lado, y del otro, el cabecilla policial, Bernardo Santana Paéz, Jefe de la P.N., no debe ser malinterpretada como resultado de que Franklin Almeyda Rancier sea honesto y sincero, apegado a la honestidad y principios legales e institucionales, mientras que Santana Páez no lo sea en absoluto. O que Franklin Almeyda Rancier quiera o pretenda hacer las cosas bien hechas para el adecentamiento de la sociedad y que el Jefe policial quiera todo lo contrario. Abordarlo así, sería caer de pendejo o auto-engañarse, ya que la realidad y la verdad monda y lironda son que a Franklin Almeyda Rancier le ha sido asignada la tarea de desarticular las estructuras de grupos, a todas luces con vínculos con el bajo mundo, que hay dentro de la Policía Nacional.

Pero no para que esos círculos ni esas prácticas nocivas, como los escuadrones de la muerte, de extorsión, chantajes y toda suerte de actividades delictuosas desaparezcan del seno de la P.N. y con ello dejen de gravitar sobre la población, sino para poner a todos esos grupos y círculos, con su paquete de sucias y muy nocivas actividades, bajo el control absoluto del grupo gubernamental al que Franklin Almeyda Rancier pertenece dentro del Pálido y su administración y al servicio de éstos, para ser éstos, y no los otros uniformados, los primeros y más beneficiados de todo aquel uso y utilización de la existencia y actividades a todas luces delictivas y de carácter canceroso desde el punto de vista de la moral social que revisten las mismas.

Franklin Almeyda Rancier ha utilizado el expediente de las pruebas del consumo de drogas sobre la oficialidad de la P.N. como ariete para el logro de sus objetivos. Y por ello lo saca a relucir en los presentes momentos, imponiéndole un carácter de chantaje y extorsión sobre Bernardo Santana Páez que, como alto oficial de la P.N., no puede olvidar que él comparte los sucios procedimientos que siempre se ha acostumbrado aplicar en la P.N.

Franklin Almeyda Rancier ha sido siempre un personaje de pocas luces y muy torpe en sus actuaciones desde que era apenas un mozalbete. A Franklin Almeyda Rancier, que ha logrado escalar puestos en las áreas de la sociedad en que se ha desempeñado, a costa de la lucha del pueblo y de los sacrificios y riesgos de los hijos y miembros del pueblo de las intrigas y campañas criminales violatorias de los derechos democráticos, y ese Franklin Almeyda Rancier, que así es como ha logrado, digamos que abrirse paso, incluso frente a sus adversarios políticos e ideológicos, recurre al empleo de expedientes falsos que los reaccionarios, asesinos y corruptos, o círculos pertenecientes a esos sectores, se hayan inventado y fraguado para orquestar actos o campañas represivas contra revolucionarios honrados y verticales, ante los que sabe que, para tratar de comparárseles, primero tiene que buscar empequeñecerlos y rebajarlos a su nivel.

Pero lo de Franklin Almeyda Rancier es una constante que puede comprobarse es característica y permanente en casi todos los funcionarios gubernamentales de la presente administración, desde el Poder Ejecutivo hasta el nivel más insignificantes e inferior del actual gobierno.

Lo que hemos estado denunciando del Procurador General de la República, el baña-santos de la Iglesia Católica y del Opus Dei y agente mercenario de FENOSA, así como de la Embajada norteamericana en el país, lo mismo que del Procurador Fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, que han encubierto, haciéndose cómplices, numerosos actos criminales y truculentos asesinatos y otros actos delictivos, en tanto se dedican a crear campañas persecutorias y discriminatorias contra dirigentes y miembros de nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), son partes de este cuadro que comentamos respecto a la naturaleza depravada de las rebatiñas que caracterizan las actividades del actual gobierno, atolondramientos violatorios de la democracia, de la Constitución, de las leyes y todo, actos suspicaces, sucios, corruptos, que sobresalen por su ocurrencia y que emanan con su vaho pestilente desde el mismo Palacio Nacional de gobierno, Poder Ejecutivo, Vicepresidencia de la República, Consultoría Jurídica, Secretario del Presidente Leonel Antonio Fernández Reyna, etc.

 

Volver a la Página Principal